A pesar de las huelgas y las fuertes medidas de seguridad, la Eurocopa arrancó el viernes por la noche en París con una ceremonia festiva en el Estado de Francia, donde miles de aficionados vibraban con el partido inaugural entre la anfitriona y Rumanía.
Sobre un jardín «a la francesa» como el del Palacio de Versalles, recreado en el campo, bailarinas danzando al ritmo de ‘french can-can’ y el conocido DJ francés David Guetta animaron a los miles de aficionados presentes en el campo antes del partido.
Tras la actuación de Guetta, las gradas llenas del Estadio de Francia (80.000 espectadores) se convirtieron en un gigantesco mosaico, con las banderas de los equipos participantes y una Torre Eiffel de grandes dimensiones.
La Eurocopa «será una fiesta del fútbol, pero también una fiesta de la idea de Europa, que va mucho más allá de las fronteras», aseguró poco antes del partido el presidente francés, François Hollande.
Una patrulla de la aviación francesa sobrevoló el cielo dejando un rastro con los colores azul, blanco y rojo, cuando los equipos entraron en el terreno, y durante la interpretación de los himnos, La Marsellesa resonó en todo el estadio cantada por los aficionados.
El Estado de Francia, en cuyas inmediaciones se produjo el ataque de unos de los comandos yihadistas que atentaron en París el 13 de noviembre, recuperó su imagen habitual, pese al ambiente turbio de los últimos días marcado por las protestas sociales y el miedo a nuevos atentados.
Huelgas
Los hinchas franceses y rumanos, vestidos cada uno con los colores de su equipo, llegaron en metro, que funcionaba con normalidad, o en autobús y se sometían sin problemas a los importantes controles de seguridad, desplegados en las zonas aledañas al campo.
Las autoridades francesas prometieron tomar medidas drásticas para reducir el impacto de las protestas, incluso evocaron la posibilidad de una movilización forzada de conductores de trenes, quienes habían anunciado una huelga masiva para el viernes por la tarde.
Sin embargo, el sindicato CGT, uno de los impulsores de las protestas, negó por la tarde cualquier intención de perturbar el acceso del público al estadio. La intención es que «todos los fans puedan acceder al estadio», aseguró su secretario general, Philippe Martinez.
«La imagen que se está dando no es la que queríamos», lamentó el presidente del comité organizador de la Eurocopa, Jacques Lambert, para quien la huelga de trenes, el aviso de huelga de pilotos de Air France del 11 al 14 de junio y la huelga de recogedores de basura ya aguaron la fiesta.
Ajenos a las tensiones, grupos de aficionados se paseaban por la ciudad con las banderas y las camisetas de sus países.
Para Daniel Suciu, un rumano de 27, era un «gran día». «¿El terrorismo? No me da realmente miedo. Vivimos en un mundo peligroso, sé que hay peligro pero estoy aquí para apoyar a Rumanía», explicaba a la AFP mientras se dirigía a una gran zona de hinchas habilitada en París.
El momento de crisis social que vive Francia refuerza en el extranjero su reputación de país eternamente en huelga. Y París perdió un poco de brillo en los últimos días por la acumulación de basura, que solo empezó a ser recogida este mismo viernes, por órdenes de la alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo. AFP
YM