Aún cuando el tema nacional está fuera de la agenda oficial, será abordado en sesiones públicas y privadas por los cancilleres
La Organización de Estados Americanos (OEA) abrirá el lunes su 46ª Asamblea General en la capital dominicana con las crisis de Venezuela y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el punto de mira, aunque fuera de la agenda oficial.
La Asamblea, la cita anual de máximo nivel de la organización, reunirá a las delegaciones de los 34 Estados miembros -todos los del continente menos Cuba- entre el 13 y el 15 de junio con el «Fortalecimiento institucional para el desarrollo sostenible en las Américas» como tema oficial elegido por el país anfitrión, reseñó Efe.
La reunión de la OEA, a la que asistirán al menos 20 cancilleres, llega en uno de sus momentos más difíciles de los últimos años, con fuerte división en torno a cómo actuar en la crisis política y social de Venezuela, así como con la CIDH al borde del abismo económico.
Estos dos temas no forman parte de la agenda oficial, pero tanto uno como otro serán abordados de una u otra manera en las sesiones públicas y privadas de la Asamblea, según explicaron a Efe fuentes diplomáticas y de la CIDH.
En el almuerzo privado que mantendrán el martes los jefes de delegación, que en su mayoría son los cancilleres, con el secretario general, Luis Almagro, se discutirá el papel de la OEA en la crisis de Venezuela y su propuesta de aplicarle la Carta Democrática, según las mismas fuentes.
Ese diálogo dará pistas sobre la sesión del 23 de junio en Washington, cuando los países de la OEA votarán por mayoría (18) si prosiguen con el proceso gradual de la Carta, que puede llevar a gestiones diplomáticas, a convocar una reunión urgente de cancilleres (24 votos de los embajadores) o, en último lugar, a suspender a Venezuela del ente (24 votos de los cancilleres).
Aunque no descarta llegar a la suspensión, lo que busca Almagro es aumentar la presión internacional sobre el Gobierno de Nicolás Maduro para que acepte el Referendo Revocatorio que pide la oposición y libere a los que esta considera presos políticos.
Por el momento solo Paraguay ha dado apoyo explícito a su propuesta, pero Almagro está «muy tranquilo» y convencido de que prosperará, porque a la hora de votarla «los países van a estar del lado correcto de la historia».
El otro tema en el punto de mira es la CIDH, el órgano autónomo de derechos humanos de la OEA, que vive la peor crisis financiera de su historia y tendrá que despedir al 40 % de su personal (30 personas) en julio y suspender labores clave si no recibe antes del 15 de junio -último día de la Asamblea- los dos millones de dólares que le faltan este año para cumplir mínimamente con sus funciones.