«Tapar la profanación de la tumba de Rómulo Gallegos es la obra pública más rápida que ha hecho José Rodríguez en su historia», expresó Antonio Ecarri, presidente de la Fundación Casa Uslar Pietri
Ayer Theotiste Gallegos, nieta del escritor, publicó en su Facebook fotografías del mausoleo abierto. «Se llevaron el mármol que la cubría, se lo llevaron a él y a mi abuela Teotiste (…) Que no me digan que no la saquearon», dijo.
Más tarde Freddy Ñáñez, ministro de Cultura, publicó en su Twitter una foto en la que se ve la tumba reparada y aseguró que los restos no fueron profanados, pero el panteón sí sufrió daños. Aunque la palabra «profanar», de acuerdo con la Real Academia Española, significa «Tratar algo sagrado sin el debido respeto». Otra definición señala que es «Deslucir, desdorar, deshonrar, prostituir, hacer uso indigno de cosas respetables».
Ecarri indicó que es evidente que el sepulcro fue restaurado: «Sí lo profanaron. Se ven las diferencias. Además, eso es un panteón de mármol y le colocaron cemento. Profanar no solo es llevarse los huesos, también lo es cuando alguien rompe una tumba o entra en un sitio sagrado».
«La respuesta del alcalde, un sinvergüenza, es tapar la profanación. ¿Hasta dónde puede llegar con su insólita actuación? (…) Lo que hace es esconder a las bandas que trafican allí».
Informó que espera acordar con los familiares de Rómulo Gallegos e Isaías Medina Angarita para denunciar ante la Fiscalía. Hace tres años acudió por los daños contra la tumba del ex presidente Joaquín Crespo, caso por el que no hubo respuesta.
YM