Cleveland Cavaliers, de la mano de un impresionante LeBron James, logró lo que solo dos equipos antes: remontar el 3-1 e igualar la serie final de la NBA, ahora con la vista en un séptimo juego, mañana. Y lo hacen llenos de confianza y el aval de la crítica, luego de ganar el sexto en casa de manera contundente, 115-101, con 41 puntos y su astro omnipresente, dominador en todos los sectores de la cancha.
Un inicio arrollador, que condujo a dominar 31-11 el primer cuarto (limitando al adversario a 5 cestas en 22 intentos) fue determinante. Porque después Cleveland pudo manejar el partido y si los Warriors se acercaron hasta por 6 puntos, nunca perdieron el control y rápidamente abrieron las cifras una y otra vez, con una superioridad manifiesta en rebotes (45-35), puntos en la pintura (42-30), 19-10 en rompimientos y 24-19 en asistencias.
La diferencia, incluso, llegó a ser superior a los 20 puntos, reflejando lo que se veía en la cancha: un cuadro superior, preciso de corta, media y larga, fuerte en la marca y los tableros, frente a otro que insistía en mover la pelota pero sus reacciones eran frenadas por la intensa defensiva o sus fallas a distancia, incluso más allá de lo que mostraron los porcentajes, de por sí elocuentes: 51.9 y 37.7 de cancha, 78.1 desde la línea, por 40.2, 38 y 69.
LeBron James volvió a ser el más consistente, apuntando al MVP aun en el caso de que su equipo cayera mañana: repitió los 41 puntos (no se veía desde Shaq 2000), con 27-16, 6-3 y 8-6, bajó 8 rebotes, dio 11 asistencias y 3 bloqueos. Kyrie Irving anotó 23 (18-7 y 5-2), Tristan Thompson dobló 15-16 y J. R. Smith marcó 14.
Por Golden State, Stephen Curry anotó 30 (20-8, 13-6 y 9-8) y Klay Thompson 25 (21-9, 10-3 y 7-4), Barbosa 15 (6-4) y Green tomó 10 rebotes, fracasando uno de sus titulares, Harrison Barnes, errados sus 8 tiros, abiertos, casi todos en el inicio, lo que favoreció la desventaja. Se notó la ausencia del gigante Bogut e Iguodola actuó disminuido por una lesión en al espalda. Para colmo, Curry perdió la cabeza al sentenciarle el quinto foul y le expulsaron con un técnico, imagen del desconcierto general del equipo. Aunque, como dijera el DT Kerr, pudieran atribuirse fallas en 2 de las faltas.
Mañana será el séptimo en Golden State. Y aunque allí los Warriors son duros, ya fueron sacudidos por unos Cavs crecidos, que están jugando mejor y han impuesto superioridad clara en sus tres victorias. AN