Las personas nacen buenas y el Estado está obligado a protegerlas
A manera de exposición de motivos sobre instrucción y protección social, se define en el principio universal y fundamental de la paz cívica mediante la formación ética y moral del ser humano, la residencia de vecinos y la sanidad psicosocial, subsumidos en los derechos y deberes de las personas establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la cual está obligado a proporcionar y mantener el Estado.
Su objeto es la disciplina, la enseñanza, el orden y la convivencia social desde la niñez y adolescencia. La instrucción es la rectoría del trato amable, de cariño y amor a partir de la gestación, el prenatal, en la guardería infantil y en el ingreso a la instrucción primaria, entre los seis o siete años de edad hasta los once o doce años cuando aplique para la educación media, técnica, especial o bachillerato y a carreras de estudios superiores.
La instrucción primaria debe ser fundamentalmente para la formación ética y moral desde la niñez y la pre-adolescencia, siendo el primer tema, el respeto y el afecto para sus progenitores, en el primer grado; en el segundo, la convivencia social; en el tercer grado, la historia patria; en el cuarto grado, la república y sus instituciones, el bien común, la seguridad y la justica; en el quinto grado, la resiliencia y el espíritu de superación en los estudios y en comportamiento social y en el sexto grado, entre 11 y 12 años de edad, la instrucción para la adolescencia.
La residencia de vecinos está instituida en muchos países. Las personas deben tener conciencia de su hábitat, de sus vecinos y de la residencia, fundamental para fines escolares, seguro social, de orden público, prevención al delito, de tributación fiscal, de empleo, salud, viviendas, registro electoral, certeza jurisdiccional y administrativa y toda la gama que comporta la vida en sociedad, teniendo la obligatoriedad de declarar su residencia en las oficinas o unidades de Registro Civil de los respectivos municipios y obtener su “certificado de residencia”.
Otro tema no menos importante,es la certificación de sanidad piscosocial, no solo para niños y adolescentes, sino para todos los ciudadanos sin excepción, que deberá obtener por lo menos cada tres (3) años como requisito para ingresar a la instrucción primaria, la educación media, técnica y universitaria, empleos y cargos públicos, aún los de elección popular.
Estos tres factores, como son la instrucción cívica, la residencia de vecinos y la sanidad psicosocial son el fin para una ley de instrucción y protección social, no es una carga presupuestaria para el Estado y el gobierno, sino deberá auspiciarla y la Asamblea Nacional abocarse a su análisis para sancionarla, lo que indudablemente contribuirá a bajar sustancialmente el índice de criminalidad en el país. Es la búsqueda de la paz y el derecho justo, recordando el legado de Don Valentín Espinal: “Haz lo que puedas a favor de la patria, que esto no es asunto de partidos, sino de honor nacional”.
Cesáreo José Espinal Vásquez
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