A José Rafael Rodríguez Rodríguez, de 51 años, lo asesinaron ayer. Salía a la avenida para esperar un carro por puesto que lo llevaría a su lugar de trabajo.
Dos motorizados le dispararon en la cabeza, buscaron entre sus pertenencias su teléfono celular y huyeron. El cadáver quedó tendido frente al Club Altamira, en Simón Bolívar; así lo reseña el portal web de La Verdad.
Para los familiares hay dos opciones, se resistió al atraco o el ladrón era conocido. Ángela Rodríguez contó que otros dos hermanos también caminaban hacía la avenida Intercomunal. Escucharon la detonación y vieron cuando los dos desconocidos huían rápidamente del lugar.
Al llegar a la esquina, los Rodríguez se tropezaron con el cadáver. Aún desconocían de quién se trataba. Caminaban al lugar y uno de los curiosos les dijo: «El muerto se parece a ustedes y carga puesta una braga roja». Ambos corrieron 500 metros, algo les decía que el muerto era un familiar. Al llegar su presentimiento se convirtió en una realidad. No podían creer lo que veían sus ojos, se trataba de José, el séptimo de ellos.
Víctima de robo
Alberto José Chirinos, de 43 años, supervisor de taladros de Petróleos de Venezuela (PDVSA), le dispararon en la cabeza frente a su casa en la carretera G con avenida 23 de Tía Juana hace siete días. También lo asesinaron para robarlo.