El cadáver de Juan David Olivero García (27) no ha sido entregado a sus arientes, quienes aseguran ser personas honestas y humildes, “no terroristas”
En la sede del Sebin en El Helicoide permanecen detenidos la mamá, el padrastro, tres hermanos y un cuñado del joven Juan David Olivero García (27), quien irrumpió armado el pasado lunes en el Banco Central de Venezuela y murió cuando unos oficiales de seguridad le hicieron frente.
Este jueves, allegados al muchacho, se encontraban reunidos en la residencia de su progenitora, ubicada en el sector La Tortuga de Santa Teresa, preocupados por el destino de los arrestados y porque aún no les han entregado el cadáver del joven, el cual permanece en la sede del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forense (Senamefc), en Bello Monte.
“No sabemos que quieren averiguar las autoridades, no somos terroristas y Juan David tampoco. Él era un muchacho tranquilo, sin problemas, estudiado. Actualmente trabajaba en una empresa de seguridad de su propiedad. No sabemos porque actuó de esa manera, pues nunca nos comentó de sus intenciones. No tenemos culpa de nada”, señaló una prima, quien por temor a represalias, solicitó mantener su nombre en reserva.
Los deudos calificaron al joven como una persona normal y sin problemas mentales. Dijeron estar dispuestos a protestar en la calle para ser escuchados. “Queremos libres a nuestros familiares, porque son personas de buen vivir y no hay motivos para que estén presos”, indicaron los deudos, quienes además solicitan que cuanto antes les entreguen el cadáver de Juan David “para enterrarlo como Dios manda”.
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