Desde muy temprano cientos de simpatizantes al gobierno del presidente Nicolás Maduro se concentraron en los alrededores de la Plaza Morelos y los espacios adyacentes a la estación del Metro de Bellas Artes, desde donde marcharon hacia la Plaza Bolívar
Simpatizantes al gobierno del presidente Nicolás Maduro, encabezados por sus aliados en el Gran Polo Patriótico (GPP), se concentraron en los alrededores de la Plaza Morelos y en los espacios adyacentes a la estación del Metro de Bellas Artes desde donde iniciaron una marcha, en horas del mediodía.
La movilización tenía como destino inicial el Palacio de Miraflores pero el recorrido concluyó con una concentración en la Plaza Bolívar, eje central del casco histórico de Caracas.
«Mi agradecimiento y compromiso con el Gran Polo Patriótico por la marcha y acciones de apoyo. Juntos venceremos», escribió el Jefe de Estado.
Un ondear de cientos de banderas de dieciséis organizaciones que integran desde 2012 el GPP encabezados por el PSUV el mayor de las fuerzas políticas revolucionarias dio colorido a la concentración.
En medio de un bullicio, música, consignas antiimperialistas, en apoyo a Maduro y en rechazo a la oposición caracterizaron la movilización oficialista que inició en horas del mediodía su recorrido por el centro de Caracas siguiendo la ruta de la Avenida México, Universidad, esquina de San Francisco donde se encuentra la Asamblea Nacional y finalizó en la Plaza Bolívar con la intervención de numerosos dirigentes chavistas.
Durante el recorrido, José Pinto, secretario general nacional del movimiento Tupamaro, dijo que la marcha tiene un carácter antiimperialista, en contra de la agresión de la OEA y en respaldo al presidente Maduro, quien a través de su cuenta en Twitter agradeció el apoyo de sus seguidores.
Blanca Eekhout, vicepresidenta de los Movimientos Sociales del PSUV e integrante de la dirección del GPP, pidió a los simpatizantes del Gobierno unidad “para tener patria”.
Durante su intervención en la concentración, la dirigente política dijo que la oposición ha intentado durante 17 años quebrar la unidad de los chavistas con el objetivo de que los países industrializados, entre ellos Estados Unidos, le pongan las manos a las reservas petroleras venezolanas, consideradas por el Gobierno como la más grande del mundo.