La alegría por la eliminación del control cambiario, que ahora permite que los argentinos compren libremente el dólar sin necesidad de control del Estado, duró muy poco
El presidente Mauricio Macri asumió la presidencia el 10/12/2015, apoyado por los empresarios argentinos y extranjeros. Y ya, en seis meses de gobierno, ha tomado medidas económicas en contra de la mayoría de los trabajadores. Se han despedido a 160.000 trabajadores de la empresa privada y pública, pese a la promesa de aumentar los puestos de trabajo. Se revelaron sus capitales ocultos en los paraísos fiscales de Panamá.
El peso argentino se ha devaluado en 30 %, al no haber control de las divisas, generado millonarias fuga de capitales. Incrementó las tarifas de los principales servicios públicos, la luz eléctrica sufrió un aumento 200 y 300 % a partir de febrero, generando diversas manifestaciones en su contra.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien junto a su esposo promovió la igualdad de los servicios básicos entre los argentinos, denunció que el gobierno actual no reconoce que el servicio eléctrico «es un derecho y no un privilegio». La alegría por la eliminación del control cambiario, que ahora permite que los argentinos compren libremente el dólar sin necesidad de control del Estado, duró muy poco.
«Vamos a trabajar para que nadie te persiga por pensar distinto», era la frase en campaña electoral, y garantizaba la libertad de expresión para todos. Pero ha prohibido noticieros en la radio y televisión con tendencia kirchneristas, incluso sacó de la parrilla argentina a Telesur. Permitió al FMI inspeccionar la economía argentina, que significa revivir la década de los 90 con el neoliberalismo, que generó una crisis económica grave hasta 2002, y que logró solucionar el gobierno de Néstor Kirchner y luego Cristina Fernández. Macri admitió que el aumento de los precios de los alimentos está en niveles inaceptables. «Hay preocupación con el tema de los precios. Nos estamos ocupando en averiguar qué ha generado esto».
Declaró Macri con el mayor cinismo, el 30/6/2016: «Si yo le decía a ustedes hace un año lo que iba a hacer y lo que está sucediendo, seguramente iban a votar por encerrarme en el manicomio». La confesión fue realizada durante el cierre del Congreso de la Asociación Cristiana de dirigentes de empresas. Su popularidad ha caído diez puntos en seis meses. Todos los políticos de la derecha mundial actúan de la misma manera, y así sucede con los diputados de nuestra Asamblea Nacional adeco-burguesa venezolana.
German Saltrón Negretti
aporrea.org