El Caracazo no lo provocó exactamente el paquete de Pérez que apenas se había anunciado, pero fue la fórmula que tuvo que adoptarse para enfrentar los gigantescos desequilibrios económicos que se venían acumulando en las finanzas públicas venezolanas
Estamos obligados a reflexionar acerca de cómo será la evolución de Venezuela cuando podamos superar este accidente antihistórico que representa el llamado socialismo del siglo XXI.
Es bueno especular un poco acerca de la Venezuela del futuro. ¿Qué clase de país será el nuestro en los años por venir? ¿Cómo será Venezuela en la era post petrolera? ¿Cómo será Venezuela en la era post chavista? ¿Cómo será Venezuela cuando tomemos conciencia de que estamos en el siglo XXI y no en el siglo XIX?
Desde hace 70 años el personaje más importante de la historia venezolana ha sido el petróleo. Generación tras generación hemos visto incrementarse nuestro nivel de vida y gracias al petróleo nos hemos ido modernizando y gracias a la renta petrolera llegamos a imaginarnos que éramos un país rico.
Yo viví mejor que la generación de mi padre. Mi padre vivió mejor que su padre que era mi abuelo y así sucesivamente. Eso fue así hasta la actual generación. Mis hijos van a vivir en una Venezuela peor que la que me tocó disfrutar a mí y los hijos de ellos, que son mis nietos, parece que van a vivir en una Venezuela más disminuida todavía.
Los síntomas del deterioro se presentaron con creciente contundencia: primero fue el viernes negro, en febrero de 1983 las circunstancias de entonces obligaron a establecer un control de cambios y una devaluación que eran la primera indicación de que el modelo rentista petrolero estaba agotado. Después vino el caracazo. Manifestación inequívoca de que “el pueblo estaba bravo”. El Caracazo fue la expresión del fracaso del modelo rentista desde el punto de vista social. El Caracazo no lo provocó exactamente el paquete de Pérez que apenas se había anunciado. Pero el paquete de Pérez fue la fórmula que tuvo que adoptarse para enfrentar los gigantescos desequilibrios económicos que se venían acumulando en las finanzas públicas venezolanas.
Después vinieron los dos intentos de golpe de estado que se produjeron en 1992 y que pusieron en evidencia la terminación de los consensos que había hecho posible la estabilidad de la República Civil por varias décadas.
El año 93 comenzó el hundimiento de los dos grandes partidos que habían liderizado la política venezolana desde 1958 y apareció el fenómeno del chavismo con su carga de retroceso histórico: volvimos al caudillismo, al militarismo, al mesianismo, al autoritarismo, al centralismo y a todo lo que había caracterizado a la política venezolana en el siglo XIX.
Estamos obligados a reflexionar acerca de cómo será la evolución de Venezuela cuando podamos superar este accidente anti-histórico que representa el llamado socialismo del siglo XXI y cuando caigamos en la cuenta de que ya el modelo rentista petrolero que ha prevalecido en los últimos 70 años no funciona más. Seguiremos conversando.
“Mis hijos van a vivir en una Venezuela peor que la que me tocó disfrutar a mí y los hijos de ellos, que son mis nietos, parece que van a vivir en una Venezuela más disminuida todavía…”
Eduardo Fernández
@EfernandezVE