Las autoridades turcas seguían arrestando este domingo a militares, jueces y fiscales acusados de haber apoyado el golpe de Estado fallido contra el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Unos 6.000 militares están detenidos y se han emitido unas 3.000 órdenes de arresto contra jueces y fiscales.
Erdogan dijo el domingo que está considerando el restablecimiento de la pena de muerte en Turquía, que fue oficialmente abolida en 2004 cuando el país presentó su candidatura para ser parte de la Unión Europea.
Este anuncio fue hecho ante el clamor de simpatizantes que pedían la pena de muerte para los golpistas.
Por la noche se registraron enfrentamientos entre fuerzas de seguridad turcas y soldados golpistas, que se resistían a ser arrestados, informó un funcionario turco.
La agencia de prensa progubernamental Anadolu informó después que la operación policial había finalizado y que seis militares fueron detenidos.
El presidente islamo-conservador participó el domingo en el entierro de un «mártir» del golpe en la mezquita de Fatih y prometió eliminar el «virus», que según él corroe las instituciones del Estado.
AFP