En una muestra de las incertidumbres generadas por la decisión británica de abandonar la Unión Europea, el ministro a cargo de negociar el divorcio dijo que la mayoría de los ciudadanos europeos podrán quedarse en Gran Bretaña, pero algunos tendrán que irse.
En declaraciones al diario Sky News, el secretario del Brexit, David Davis, descartó que los 3 millones de europeos que viven en Gran Bretaña deban irse y dijo que «quiero un acuerdo generoso para los que ya están aquí. Esta circunstancia no la buscaron ellos sino nosotros».
Sin embargo, añadió que si se produce una ola de migrantes que intentan «adelantarse al plazo» para entrar en Gran Bretaña, el gobierno conservador puede verse obligado a poner una fecha de cierre.