Nuevas fronteras
El manejo de nuestras fronteras ha sido errático y en los actuales momentos prevalecen en ellas un conjunto de ilícitos, una diversidad de mafias, impunidad, privilegios y enormes problemas
Venezuela enfrenta un reto complejo pero interesante en materia de fronteras. Son varios los frentes: Colombia, Brasil, Guyana y el Caribe; no hemos tenido una administración eficiente; pero, con cambios importantes en nuestra política exterior, las fronteras pueden representar un espacio para la innovación y generación de bienestar.
Lamentablemente el manejo de nuestras fronteras ha sido errático y en los actuales momentos prevalecen en ellas un conjunto de ilícitos, una diversidad de mafias, impunidad, privilegios y enormes problemas. En el complejo ámbito de los problemas, entre otros, se pueden destacar: narcotráfico, lavado financiero, problemas cambiarios, comercio de extracción, refugiados, personas ilegales, irregulares armados. Adicionalmente se capta un menosprecio por la institucionalidad necesaria para el manejo técnico de la complejidad temática que abarcan las fronteras.
En gran medida, los problemas que enfrentamos en las fronteras responden a la interpretación de la soberanía que prevalece a nivel oficial, definida de forma rígida, centralizada, vertical, autoritaria, militarista y burocrática. Con lo que se busca evitar cualquier control o limitación desde el ámbito internacional. En el contexto centralista de la soberanía se inscribe la reciente Ley Orgánica de Fronteras de 23 artículos: aprobada en marco Ley Habilitante, publicada G.O.Ex N.6210 del 30/12/2015. La visión centralizada y militarista de la ley se hace evidente al agrupar los 2.219 kilómetros de frontera con Colombia en 8 zonas de seguridad.
En este contexto, el caso de Guyana es grave por las incoherencias en el proceso de negociación pendiente y en la frontera con Colombia encontramos serias contradicciones. La frontera con Colombia ha estado sujeta a congelamientos o rupturas de relaciones y finalmente al estado de excepción decretado desde agosto 2015, primero en San Antonio y Ureña, y progresivamente ha alcanzado toda la frontera. Procedimiento que solo ha logrado agravar los problemas existentes y crear nuevos.
Para enfrentar los problemas en nuestras fronteras resulta indispensable una nueva visión sobre la soberanía que pueda ser interpretada de forma dinámica, flexible, creativa, participativa, descentralizada, transparente; democrática, sustentable. Con este cambio de visión se debe construir una nueva Ley de Fronteras, avanzar en el proceso de descentralización e iniciar una nueva relación con nuestros vecinos basada en el diálogo y la cooperación.
Félix Arellano
Profesor de la Escuela de Estudios Internacionales
FACES UCV