[dropcap]L[/dropcap]amentablemente los recientes ataques en Paris, Francia, y en el Medio Oriente perpetrados por el llamado Estado Islámico no representan un cambio radical de la dirección estratégica de ese grupo terrorista. Por el contrario, marcan un paso más en su clara estrategia de atentar contra objetivos percibidos como Occidentales -a la vez que intentan consolidar su califato islámico en el Medio Oriente desde territorio Sirio e Iraquí-. Los recientes ataques utilizando combatientes altamente entrenados, más que todo en Siria, y fuertemente armados operando en equipos coordinados en centros urbanos representan una escalada estratégica para la cual venían entrenándose por más de un año. Antes de los recientes ataques, varios atentados había sido exitosamente frustrados por parte de los cuerpos de seguridad europeos. Estos incluyen uno en Verviers, Belgica, en Enero y otro en Agosto en un tren de Amsterdam a Paris, frustrado por los propios pasajeros. En el Reino Unido, el Primer Ministro David Cameron ha reconocido que en los últimos meses se han frustrado al menos siete atentados terroristas y en Bruselas, la capital de Bélgica, esta semana se paralizaron casi todas las actividades debido a la percepción de los cuerpos de seguridad sobre la inminencia de un ataque terrorista.
Todo gobierno responsable del mundo civilizado se encuentra revisando sus estrategias de seguridad de cara a esta nueva realidad. Debido a su visión apocalíptica del mundo, y su capacidad de organización y propaganda, la amenaza del Estado Islámico es, sin lugar a dudas, real e inminente y podría incluir en el futuro objetivos ubicados también en Latino America. Venezuela, en particular, es considerado un territorio hostil para estos grupos, tanto por su vocación democrática del pasado, como a la actual relación del gobierno del presidente Nicolás Maduro (y anteriormente de Hugo Chavez) con Siria e Irán. La relación con Irán fue ratificada en la reciente vista del presidente Venezolano Nicolas Maduro a Teherán durante la III Cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas. Entre el gobierno Bolivariano y el de Teherán, además de intercambio comercial, ha existido en el pasado cooperación militar que incluyo hasta un programa de drones. Recordemos que Irán -a través de su cercano aliado Hezbollah- y el gobierno de Bashar al-Assad en Siria se encuentran en la actualidad enfrentando un conflicto armado contra el Estado Islámico en el Medio Oriente.
Por su parte, el gobierno de la vecina Trinidad y Tobago confirmo el 22 de Noviembre que 89 de sus ciudadanos se han incorporado al Estado Islámico en los últimos tres años. Varios de estos individuos han viajado a Turquía y Siria para incorporarse activamente al Estado Islámico. Es probable que algunos de estos individuos en ruta a su destino hayan estado de tránsito por Venezuela -con la posibilidad de que algunos de ellos hayan hasta pernoctado en Caracas-. Asimismo, reportes creíbles de que algunos individuos vinculados a grupos extremistas podrían haber obtenido pasaportes y documentos de identidad Venezolanos a través de redes de corrupción.
No obstante lo anterior, no existe evidencia hasta el momento de que alguna célula activa perteneciente a grupos extremistas sunís tales como Estado Islámico o al-Qaeda tenga presencia en territorio venezolano. De igual manera, no existe evidencia que permita concluir que grupos extremistas como Estado Islámico o al-Qaeda tengan capacidad o intención de cometer atentados contra objetivos estratégicos de Venezuela o contra otros países desde territorio Venezolano. Es importante señalar, que la fuerza armada Venezolana y los cuerpos de seguridad del Estado parecen tener la capacidad de identificar y neutralizar estas amenazas, especialmente al tratarse de grupos extranjeros. Hasta el momento, de acuerdo a la información disponible, tampoco han sido identificados grupos religiosos musulmanes con predisposición a radicalizarse en Venezuela. Por el contrario, la comunidad musulmana en Venezuela se ha caracterizado tradicionalmente por ser pacifica y altamente integrada a la comunidad y a los valores, costumbres y cultura local. Frente a una amenaza externa, sin embargo, Venezuela se encuentra más vulnerable. La falta de cooperación en temas de seguridad y el poco intercambio de inteligencia con países clave de la región por parte de la administración de Maduro por temas ideológicos puede constituir una vulnerabilidad a futuro ante estas crecientes amenazas terroristas trasnacionales.
Probablemente, el país más expuesto a esta amenaza extremista en la región Latino Americana sea Panamá, cuyas autoridades anunciaron recientemente un refuerzo de la seguridad en el Canal de Panamá y sus terminales, en el Aeropuerto Internacional y en distintas sedes diplomáticas. Este país posee el Canal de Panamá, que es considerado un activo global por donde 5% del comercio del mundo transita. Panamá fue el primer país de la región en formar parte de la Coalición Internacional en contra del Estado Islámico en Iraq y en el Levante , además de poseer la mayor comunidad judía de la región centro americana. A pesar de lo anterior, la inexistencia de grupos operando en territorio Panameño -con capacidad en intención de perpetrar actos terroristas- además de la existente cooperación y coordinación en temas de seguridad e inteligencia sobre el Canal de Panamá con países clave de la región, que incluye los ejercicios militares anuales conocidos como Panamax, hacen que el riesgo de un ataque terrorista en el siguiente año sea de muy baja probabilidad.
Diego Moya-Ocampos / @DiegoMoyaOcampo