El convenio, que incorpora el enfoque de género en el pacto final de paz, fue presentado en una ceremonia especial en la que participaron la directora de ONU Mujeres, la sudafricana Phumzile Mlambo-Ngcuka, y la africana Zainab Bangura, representante especial del secretario de Naciones Unidas para la violencia sexual
Colombia firmará el primer acuerdo de paz en el mundo que otorgará beneficios por igual a mujeres y minorías sexuales castigadas por el prolongado conflicto armado, según un compromiso suscrito este domingo por el gobierno y la guerrilla de las FARC en Cuba.
El convenio, que incorpora el enfoque de género en el pacto final de paz, fue presentado en una ceremonia especial en la que participaron la directora de ONU Mujeres, la sudafricana Phumzile Mlambo-Ngcuka, y la africana Zainab Bangura, representante especial del secretario de Naciones Unidas para la violencia sexual.
El gobierno y los rebeldes acordaron crear «condiciones para que mujeres, y personas con identidad sexual diversa, puedan acceder en igualdad de condiciones a los beneficios de vivir en un país sin conflicto», de acuerdo con un comunicado conjunto.
Próximas a suscribir el acuerdo que pondrá fin al último enfrentamiento armado del continente, las partes se comprometieron a que las mujeres y población LGBTI afectadas por la guerra se involucren activamente en política, reciban tierras en propiedad, así como medios de sustento para que dejen los cultivos ilegales, entre otros beneficios.
Además se ratificó «el carácter no amnistiable» de los delitos en «que las mujeres se han visto afectadas de manera específica o grave, como el caso del acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual», destacó María Paulina Riveros, delegada del gobierno en la subcomisión de género.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, elogió la condición excepcional del compromiso y remarcó que las mujeres llevaron una «parte muy dura» en el conflicto colombiano.
«Esto que ha pasado hoy, introducir el enfoque de género a los acuerdos, es algo inédito, nunca había pasado en un conflicto», comentó a los periodistas.
“Paz duradera”
El pacto que está en vías de sellarse en Cuba, sede del proceso de paz, busca terminar con un conflicto que en medio siglo deja 260.0000 muertos y unos siete millones de desplazados, casi 50% de ellos mujeres, según cifras oficiales.
Al saludar el compromiso del gobierno y las FARC, la directora de ONU Mujeres recordó que la inclusión de las mujeres en los procesos de negociación de conflictos garantiza que la paz «sea duradera».
«La presentación de un enfoque de género en los acuerdos de paz es un momento histórico (…), lo que estamos haciendo aquí es tomar precaución para que los conflictos no vuelvan a surgir», indicó.
De su lado, Victoria Sandino, representante de las FARC en la subcomisión de género del proceso en Cuba, consideró que el acuerdo divulgado este domingo, además de «novedoso e inédito», es la «oportunidad histórica» de «concretar acciones contra la discriminación».
«Viene la etapa de implementación en la cual habrá que garantizar (…) que las mujeres puedan participar y decidir en igualdad de condiciones a los hombres. Solo de esta manera la paz será real y verdadera», agregó.
Surgidas en plena Guerra Fría, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son una organización de inspiración comunista que cuenta con unos 7.000 combatientes, buena parte de ellos mujeres.
Tras fracasar en su intento de tomarse el poder por cuenta de los golpes militares que recibieron, planean dejar las armas y convertirse en un partido político.
En casi cuatro años de negociaciones, los rebeldes y el gobierno han acordado soluciones para el problema agrario – origen del enfrentamiento-, y el del cultivo y tráfico de drogas, además de comprometerse a la reparación y justicia para las víctimas.
Igualmente han acordado fórmulas para que los rebeldes dejen las armas bajo la verificación de la ONU, y participen en política.
Los colombianos deberán respaldar o rechazar los acuerdos de La Habana en un plebiscito que muy probablemente se realizará este año. Sólo después entrarán en vigor los compromisos de La Habana.