La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este viernes de las pésimas condiciones sanitarias entre los desplazados iraquíes que han huido de la ciudad de Faluya (al oeste de Bagdad), y especialmente de la posibilidad de que surjan brotes de enfermedades infecciosas.
«Los principales problemas son enfermedades de la piel y diarreicas, son extremadamente comunes y severas entre los desplazados», dijo desde Irak por teleconferencia Ala Alwan, director de la OMS para la región de Oriente Medio.
Las enfermedades diarreicas son extremadamente contagiosas y unas de las principales causas de muerte entre los menores de cinco años.
Según Alwan, más de la mitad de la población desplazada de Faluya son menores de edad.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estima de que el número de personas que han huido en las últimas tres semanas de Faluya, controlada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), se eleva a 53.000.
Los civiles comenzaron a abandonar esta localidad hace tres semanas, y precisó que desde el comienzo de este mes se ha producido un gran aumento del número de personas en busca de refugio.
A finales de mayo, el Ejército iraquí lanzó una ofensiva con la intención de arrebatar a los yihadistas del EI la ciudad, el principal bastión del grupo terrorista en Irak, después de Mosul.