Los manifestantes lanzaron contra un grupo de policías una granada que fue desactivada antes de explotar
Las autoridades restablecieron el toque de queda en varias zonas de la Cachemira india al intensificarse este viernes las protestas violentas de las últimas tres semanas con una jornada de enfrentamientos que causaron más de 50 heridos, tras varios días de relativa calma en la región.
El abatimiento del insurgente del grupo separatista Hizb-ul-Mujahideen (HM) Burhan Wani el pasado 8 de julio desencadenó una oleada de protestas en la región que deja ya medio centenar de muertos y más de 2.300 heridos en choques entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
Tras varios días sin incidentes graves, la militarizada y conflictiva Cachemira india registró ayer 70 casos de lanzamientos de piedras y varios ataques a comisarías y campamentos de las tropas, informó el Centro de Prensa de la Policía cachemir.
En el distrito de Shopian, los manifestantes lanzaron contra un grupo de policías una granada que fue desactivada antes de explotar, mientras que en la demarcación administrativa de Baramulla incendiaron un edificio gubernamental.
Según la nota, 8 civiles y 46 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos en el estallido de violencia de hoy, para cuando la alianza separatista Hurriyat, convocante de las protestas, tenía previsto un “bloqueo” en la región.