Musulmanes en Francia e Italia acudieron en masa a misa el domingo, en un gesto de solidaridad interreligiosa después de una serie de ataques de extremistas islámicos en Europa que amenazan con profundizar las divisiones religiosas.
Desde la imponente catedral gótica en Rouen, a pocos kilómetros de donde el sacerdote de 85 años Jacques Hamel fue degollado el martes por dos musulmanes radicales, a la icónica Notre Dame de París, donde el rector de la mezquita invocó una bendición papal en latín, muchos asistentes católicos a misa fueron consolados por musulmanes en su entorno.
Entrevistada afuera de la catedral en Rouen, Jacqueline Prevot dijo que los musulmanes estaban realizando «un gesto magnificente».
AP