En los últimos meses la crisis social, económica e institucional que atraviesa Venezuela ha sido el problema número uno en la agenda de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde el secretario general del organismo, Luis Almagro, ha dedicado la mayor cantidad de su tiempo en resaltar la importancia de este tema sobre América Latina, porque para él este hecho compromete el sistema interamericano en cuanto a democracia y derechos humanos.
“Los problemas de Venezuela son demasiado importantes como para solucionarlos más adelante”.
En una entrevista publicada el pasado domingo por el diario español ABC, Almagro ratificó que su posición siempre ha sido imparcial. “Analizo objetivamente los hechos y condiciones existentes (…) Lo peor que podría pasar cuando hablamos de crisis social y humanitaria, de presos políticos, de torturados, de desconocimiento de los poderes del Estado, del país más corrupto del continente y uno de los más violentos del mundo, es tomar distancia del asunto”.
El secretario general indicó que Venezuela ha llegado a la “fase final de deslegitimación” debido a la colocación de obstáculos que el Gobierno Nacional ha aplicado sobre el artículo de la Constitución que reconoce el derecho de los ciudadanos a un Referendo Revocatorio. “No sólo está desconociendo los poderes del Estado, sino que se están desconociendo también los derechos de la gente”, aseveró.
Agregó que el único reducto que le queda al Gobierno es la legitimación de origen de un país que eligió al presidente Nicolás Maduro como presidente. “Es con lo único que pueden argumentar para decir que Venezuela es una democracia. Pero si se obstruye el derecho del Revocatorio, ese último reducto se estaría perdiendo”.
“Hay que tener mucho cuidado con los principios, porque lo que te separa en la política de los dictadores, son principios y valores. No los puedes obviar como si no fuera por ese lado el camino”.
Almagro respaldó las acciones de los mediadores en el diálogo por querer buscar una solución a la problemática en el país, sin embargo, indicó que los mismos “deben tratar los principales problemas y ponerle nombre”.
Manifestó que si no se tienen claro los principios fundamentales de la democracia, del derecho a un Referendo Revocatorio, del desconocimiento que ha recibido la Asamblea Nacional por parte del Gobierno Nacional, de la cooptación del Poder Judicial por el Gobierno de Maduro, de los presos políticos, entonces es muy difícil que dé frutos el trabajo del grupo mediador, que lleva ya cinco meses.
“El diálogo es importante, es fundamental para resolver los problemas, pero dialogar no es sentarse a conversar. En este caso más bien ha sido el descompresor político para el régimen a nivel internacional”, agregó.
Almagro repitió con convicción que la aplicación de la Carta Democrática está activada y está en su tercera fase.
Explicó que el primer paso fue la constatación por el Secretario General de la alteración del orden constitucional en uno de los estados miembros de la OEA; el segundo fue la convocatoria del Consejo Permanente para abordar el asunto, y el tercer paso es la evaluación colectiva de los miembros sobre la situación en ese país. “En esa etapa estamos y luego de eso viene la cuarta etapa, las decisiones que el Consejo Permanente estime pertinentes”.
Asimismo, resaltó que el Gobierno de Nicolás Maduro sabe que dicho mecanismo está en marcha porque del modo contrario la decisión de abrir las fronteras, de haber designado al General en Jefe, Vladimir Padrino, como Coordinador de Ministros para atender los problemas de la crisis, no se hubiesen ejecutado.
En cuanto a la posible suspensión de Venezuela de la OEA aseguró que la el camino es demasiado largo y tortuoso como para tomar esa medida como primera instancia. “Tenemos que recorrer ese camino. Tenemos que hablar de la solución de estos problemas (…) Los países pueden votar que se envíe una misión permanente, que se cree un grupo de amigos para ayudar en la mediación, algún mecanismo de buenos oficios. Si nada de eso funciona, entonces habría otras vías”. EU
YM