Trece civiles, entre ellos nueve niños, murieron este viernes por bombardeos en los barrios de Alepo controlados por los rebeldes y el régimen, que se libran encarnizados combates por el control de la segunda ciudad de Siria, según una oenegé.
El 31 de julio, los rebeldes, apoyados por el grupo yihadista Fateh al Sham (antes Frente al Nosra, que se desvinculó de Al Qaida) lanzaron una contraofensiva en el sur de Alepo para romper el cerco impuesto por el régimen en sus barrios del este.
En un mensaje de audio difundido en páginas web yihadistas, Abu Mohamad al Jolani, el jefe de Fateh al Sham, dijo que confiaba en la victoria.
«Dios dará una victoria gloriosa a nuestros combatientes que romperán el asedio de Alepo», afirmó. «El resultado de la batalla será mucho más que un levantamiento del asedio. Cambiará el equilibrio de las fuerzas y abrirá un nuevo capítulo en la guerra», sentenció.
Aunque por ahora no parece que la victoria esté bien encaminada. Después de conseguir retomar varios sectores, los rebeldes perdieron terreno frente al ejército, que cuenta con el apoyo de combatientes iraníes y del Hezbolá libanés, así como de la aviación rusa.
Alepo, dividida desde 2012 entre los barrios del este controlados por los rebeldes y los del oeste, prorrégimen, es un punto crucial del conflicto. Su reconquista por parte del régimen podría significar el fin de la insurgencia.
El viernes, ataques aéreos «mataron a 10 civiles, entre ellos siete niños, en el sector de Marje», informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
AFP