Los incendios que desde el lunes devoran la turística isla portuguesa de Madeira, conocida como «la perla del Atlantico», habían causado hasta el miércoles tres muertos y dos heridos graves y forzado la evacuación de un millar de personas
Las tres víctimas mortales perecieron en sus inmuebles, cerca del casco histórico de Funchal, la capital regional, alcanzada por las llamas el martes por la noche.
Un hotel situado en la parte alta de la ciudad quedó destruido y otros eran pasto de las llamas.
Ricardo Correia, un responsable del hotel Castanheiro, en el barrio histórico de Funchal, explicó a la AFP que «el fuego de anoche a cien metros del hotel y las explosiones de bombonas de gas» fueron determinantes para ordenar la evacuación.
«Evacuamos por precaución a nuestros 140 clientes», que pasaron la noche en un estadio del oeste de Funchal, precisó. «La situación se ha calmado esta mañana y los clientes están volviendo poco a poco al establecimiento», agregó.
Situado a unos 500 kilómetros de la costa de Marruecos, el archipiélago portugués de Madeira atrae cada año, con sus paisajes volcánicos y su clima templado, a miles de turistas extranjeros, la mitad de ellos británicos o alemanes.
«Unas mil personas tuvieron que ser evacuadas de casas y hoteles, lugareños y turistas», indicó el alcalde de Funchal, Paulo Cafofo, citado por la agencia Lusa.
Trescientas personas fueron alojadas en el estadio de Barreiros y otras 600 en un cuartel del ejército portugués, donde duermen en catres.
– Turistas comprensivos –
«Todos los turistas evacuados fueron realojados», afirmó el miércoles la presidenta de la Asociación de Comercio e Industria de Funchal, Cristina Pedra, citada por Lusa.
«La situación es difícil», pero los turistas «se mostraron comprensivos y no hemos registrado anulaciones de reservas», añadió.
Los bomberos trabajaron toda la noche para proteger el casco antiguo de Funchal. «Yo creía que ya había vivido lo peor en esta ciudad», se lamentaba una funchalense, recordando las inundaciones y los deslizamientos de tierra que
dejaron más de 50 muertos en Madeira en 2010.
Lisboa envió un refuerzo de 110 efectivos compuesto por bomberos, médicos y gendarmes; mientras que el archipiélago portugués de las Azores, en el Atlántico, hizo lo propio con treinta. El primer ministro, Antonio Costa, y el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, anunciaron que acudirían al lugar.
– Incendios ‘bajo control’ –
El presidente regional, Miguel Albuquerque, indicó de madrugada que varios frentes de fuego seguían activos el miércoles, pero que ya estaban «bajo control». «La situación es complicada pero no es catastrófica», aseguró.
Las autoridades locales no pudieron aportar ningún balance del número de edificios afectados.
Los incendios se declararon el lunes por la noche en la zona alta de la ciudad. La situación se degradó bruscamente el martes por la noche a causa del fuerte viento.
Además, la parte continental de Portugal también se ha visto afectada por importantes incendios forestales desde el viernes, especialmente en la mitad norte del país, donde se declaró el riesgo de «muy elevado» a «máximo» de incendio el miércoles.
Finalmente, este miércoles el gobierno portugués solicitó la ayuda de los otros Estados europeos, y ya fue puesto a su disposición un avión «bombardero de agua» italiano, anunció.
El Mecanismo europeo de protección civil «ha sido formalmente activado» y Portugal «solicitó dos aviones para combatir los incendios», señaló a la AFP un responsable del ministerio del Interior.
En el marco de un acuerdo bilateral entre Portugal y España, dos aviones Canadair destacados por Madrid ya trabajan en la extinción de focos ígneos en el noreste luso. AFP
YM