La Fuerza Armada Nacional Bolivariana apoya en sus cuadros oficiales superiores al gobierno y, de hecho es un verdadero co-gobierno
Porque la mayoría del pueblo trabajador llano y una porción de los asalariados no obreros (clase media) conoce bien lo que les espera con un gobierno de derecha en el poder político. Esto es un verdadero disuasivo. Lo cual no significa que apoyen la vacilante y anémica política general del gobierno. Piden más agresividad y contundencia para responder al imperio y la derecha interna.
Porque la Fuerza Armada Nacional Bolivariana apoya en sus cuadros oficiales superiores al gobierno y, de hecho es un verdadero co-gobierno.
La población trabajadora aun con todo lo fastidioso e incómodo que significa hacer colas por horas, expuestos a atropellos de todo tipo por bandas y delincuentes, e incidentes que se generan entre la propia gente; sufriendo desabastecimiento, inflación propiciada por el capital, etc., tiene comida diaria.
El que resulte todo un vía crucis y hasta una humillación el abastecerse, no significa que no hay alimentos. ¡Los hay! Pero precisamente el abastecimiento de los alimentos constituye un campo de lucha central que han escogido la burguesía y el imperio como uno de los flancos vulnerables del «humor» y la conciencia popular.
Por eso arrecia en provocar escasez, aumento terrorista de precios y la propaganda anti-gubernamental como incapaz y corrupta. Hay franjas de familias que hartas de colas, agresiones en ellas, perder horas de trabajo, etc., no se abastece bien y pasan necesidades.
Muchos trabajadores encaran la vida diaria y la depreciación de la capacidad de compra de sus salarios, con tareas y ocupaciones anexas a las que tienen «en blanco» para poder mantener un ingreso regular.
Los vendedores individuales de productos caseros se han multiplicado, ha surgido el trueque en regiones del interior y aún de Caracas mismo en algunos barrios y con carácter episódico.
No es un fenómeno masivo ni extendido, pero existe. Al respecto, la economista venezolana Luciana Madrid, a quien consulté sobre la cuestión, manifiesta que «de alguna manera los subsidios que existían por la vía de misiones, se ha sustituido por el llamado bachaqueo, esto también contribuye a que algunos sectores puedan mantener un poder adquisitivo que les permite mantenerse.
El presidente Maduro anunció un nuevo «aumento» salarial del 50 %, más un «aumento» del bono de alimentación en más del 60 %, lo que ubica a este último por encima del salario mínimo. No se trata de ningún aumento, sino de un ajuste del salario con respecto a los niveles de inflación que tenemos. El gobierno sigue pensando que con este tipo de anuncios resuelve el grave problema económico. Definitivamente el gobierno no irá más allá, no tomará decisiones políticas estructurales, no por incapacidad sino porque el pacto ya hecho con la burguesía se lo impide».
Porque con muchas dificultades de gestión y de orientación de todo el proceso, el gobierno mantiene las políticas sociales que si bien no resuelven los arduos problemas de la agresión externa, al menos atenúan el impacto perjudicial en el cuerpo social.
Porque la oposición subversiva y asesina de derecha se muestra impotente para derrocar a Maduro y el chavismo. Se compone de «caudillos» regionales cada uno peor que los otros.
Esto no significa quitarle poder de fuego sino ver que no actúa unificadamente para golpear y derrocar a Maduro, lo cual debilita su accionar y si bien todos están de acuerdo en desalojar al chavismo del poder carece de un plan único político y económico.
Es aquí en donde hacen aguas los planes de la CIA y del Departamento de Estado de los EE.UU.
Fernando Azcurra
y Luciana Madrid
aporrea.org