Después de competir en la 69º Edición del Festival Internacional de Cannes y obtener un tercer lugar en la categoría juvenil, el cortometraje venezolano La culpa, probablemente conquistó el premio mayor del Festival Internacional de Cine de Quito.
El trabajo, dirigido por el zuliano Michel Labarca, cuenta la historia de una madre que recibe la visita de una expareja en una ciudad a la que le cortaron la luz.
Cándido es el nombre del último acompañante quien regresa de la “oscuridad” para erigirse como protector y figura paterna de mamá e hija.
La pieza, según el marabino, está inspirada en experiencias personales y la caracteriza la “austeridad del lenguaje”.
Labarca, egresado de la Universidad de Los Andes en la mención Medios Audiovisuales, hizo historia al convertirse en el primer director venezolano en estar seleccionado en la categoría estudiantil de Canes, Cinefoundation.
El corto es producido por Labarca, la Escuela de Medios Audiovisuales de Mérida, Fundación Biocine y Pólvora Cine Sonido.
En los próximos meses el cineasta dirigirá con el apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía proyectos en Maracaibo.