QUÉ TAL CONTERTULIO. Muchos amigos y lectores (solidarios y consecuentes, de todas las tendencias) nos comentan que a veces se calan las cadenas de Maduro para gozar una ola y parte de otra, como dice la poesía de Andrés Eloy Blanco.
Me dicen que se desestresan oyendo las tantas cosas que sin sentido dice. ¡Vaya incongruencia! El hombre que tiene más estresado al país, le quita el estrés al estresado con sus peroratas, con sus camiones de bla bla bla. Claro, la gente que no posee cable de tv tiene la alternativa de, o apago el televisor, o me lo calo.
Por supuesto el televidente no está obligado a utilizar el presente indicativo del verbo calar. No es a juro tiene que hacerlo, pero la curiosidad, que no entra en ninguno de los pecados capitales, dicen que mató al gato. Entonces, el televidente piensa: vamos a ver si dice algo sensato.
Porque las veces que Maduro tiene más audiencia es cuando va a anunciar un aumento de salario, el 1° de mayo, por ejemplo, tiene mucha audiencia. Pero cuando habla del imperio, de la derecha fascista, de los apátridas, el venezolano común no sabe con qué se come eso.
Hace varios meses, desde finales de enero tiene una obsesión con Henry Ramos Allup, al extremo de haberse convertido en su jefe de campaña.
Los martes o jueves que hay sesión en la Asamblea Nacional, puede usted contertulio apostar que Maduro va a encadenar para que ninguna televisora, Globovisión más que todo, informe sobre dicha sesión.
Ramos Allup está de primero en las encuestas como líder de la oposición y la catapulta es Nicolás Maduro. Por cierto, en cadena, Maduro se preguntó qué sería de Venezuela si él no hubiera creado los CLAP.
Mayor caradurismo imposible. A la gente cuando le llega una bolsa de comida (si le llega) es cada mes y no es que le llega, tiene que ir a buscarla a los pedevales. Mientras tanto tiene que hacer cola para conseguir lo más indispensable. En días pasados fuimos un jueves -día de nuestro terminal de cédula- a un supermercado. Nos levantamos a las tres de la madrugada porque en casa no había nada.
Llegamos al sitio y nos icnorporamos a una cola donde una muchacha me dijo: “Señor esta no es la cola suya, esta la cola de los normales (¿?) La suya es aquella, la de los viejos”. Trato de significar con esta anécdota, las vicisitudes, la pérdida de dignidad que padecemos los venezolanos, que como nosotros, los de tercera edad, los “anormales” jubilados, que vivíamos momentos de la vida donde sin ser ricos viajábamos en vacaciones a donde nos diera la gana con el sueldo de un simple profesional. Tenemos que salir de esto.
*** UNA MANIFESTACIÓN urgente es la Toma de Caracas el próximo 1° de septiembre. Nos imaginamos que el oficialismo hará otra toma, como siempre, para pajear, para sabotear, pero será, como siempre, una toma de aguardiente. Pero tenemos que estar conscientes que en esta olimpíada por la democracia estamos participando en una carrera con obstáculos y obtendremos medalla de bronce el 1° de septiembre; medalla de plata en el sufragio del 20% y de oro este mismo año con el revocatorio.
*** YULIMAR ROJAS nuestra plateada olímpica, demostró inteligencia ante el acoso de un periodista de Tves quien le “exigía” que agradeciera a Nicolás Maduro la obtención de dicha medalla. Nuestra (es de todos los venezolanos) medallista se lo sacudió de una forma bastante diplomática que bien podría envidiar la canciller madurista. Ante la arrinconada del “comunicador” expresó “La verdad es que estaba buscando la medalla desde hace tiempo”.
Bueno, de todas maneras rosas, a lo mejor el periodista obtiene el ascenso que pretendía con tan descomunal jalada.
*** CHAO AMIGOS, hasta el próximo lunes, Dios mediante.
Adolfredo José Carrillo
@adolfredocarril; ajcarrrillo23@hotmail.com