En Caracas, la capital más violenta del planeta, las balas no llevan nombre; las hay para todos. José Miguel Oliva, brigada del Ejército español, recibió este viernes un disparo, que le entró por el hombro y se le alojó junto al pulmón, durante un intento de asalto cuando se dirigía a su trabajo en la Embajada de España en Caracas. Oliva es el ayudante del agregado de Defensa en la delegación diplomática en Venezuela.
El militar, de 51 años y con más de tres trabajando en el país sudamericano, se encuentra fuera de peligro, según fuentes diplomáticas. «Mucha suerte», se repetía con alivio en los pasillos de la embajada.
Tres delincuentes dispararon al brigada con la intención de robarle su vehículo, un Jeep Cherokee. Oliva aceleró con buenos reflejos, evitando un primer impacto frontal, pero recibió otra descarga desde un lateral. Él mismo condujo hasta una clínica cercana, en donde todavía se encuentra ingresado.
Caracas es la capital más violenta del planeta. Según el Observatorio de la Violencia de Venezuela, el año pasado se registraron más de 5.000 homicidios en la ciudad. «La tasa de homicidios de Caracas representa 12 veces lo que la Organización Mundial de la Salud considera una epidemia de violencia criminal», resume el criminólogo Luis Izquiel.
Todos los cálculos y estudios inculpan directamente a la revolución, de hecho las investigaciones universitarias arrojan que desde la llegada al poder de Hugo Chávez hace más de 17 años en el país caribeño se han producido más de 264.000 homicidios. Según el Observatorio Venezolano de la Violencia, en 2015 se rompieron todos los récords: 27.875 muertes violentas en el país.
Y nadie está libre de ella. La semana pasada, un diplomático ruso de alto rango fue secuestrado junto a su domicilio. La propia embajada se encargó del pago del rescate. Rusia es uno de los principales aliados del chavismo.
Los diplomáticos viven en estado de alerta permanente en Venezuela, desde el mismo momento de su aterrizaje en el país. Los talleres para establecer códigos de seguridad son constantes, incluidos los que se imparten para saber cómo actuar en caso de secuestro. «Una amenaza continua de criminalidad», resume el Consejo de Asesoría sobre Seguridad en el Exterior de Estados Unidos.
Fuente: El Mundo.es