Se trata de un producto natural que aparentemente presenta múltiples beneficios para la salud y el organismo humano. Sin embargo, tal como ocurre con cualquier otro suplemento nutricional, es imprescindible conocer también sus posibles efectos secundarios y aquellos casos en los que está contraindicado su consumo.
En primer lugar, cabe destacar que el uso y consumo de la moringa siempre debe estar supervisado por un médico, puesto que -a pesar de sus múltiples beneficios- este complemento nutricional puede estar contraindicado en determinados casos e incluso resultar perjudicial. Del mismo modo, nunca deberán sustituirse los tratamientos médicos por la toma de moringa o cualquier otro remedio natural, sino que el personal sanitario deberá valorar si resulta adecuado como adyuvante.
Así pues, el consumo de moringa y especialmente cuando se toma en exceso puede ocasionar náuseas y otras molestias gástricas como dispepsia o diarrea. Este último hecho puede producirse, especialmente si se toma en ayunas, a causa del poder laxante que caracteriza a la moringa y, por lo general, debería tratarse únicamente de un síntoma transitorio.
Por otro lado, la moringa es un anticoagulante natural y, por ende, las personas con problemas de coagulación de la sangre que están siendo tratados con fármacos deberán consultar con un especialista la conveniencia de consumir o no moringa. Y es que este suplemento podría alterar el tratamiento y resultar más perjudicial que beneficioso.
En cuanto al consumo de moringa durante el embarazo y la lactancia, será imprescindible consultar antes con el ginecólogo o médico especialista, puesto que algunos estudios han atribuido a este suplemento natural efectos abortivos. Del mismo modo, cuenta con una cantidad destacable de vitamina A que en exceso podría incluso causar malformaciones en el feto.
Otra de las contraindicaciones de la moringa es que hace aumentar los glóbulos rojos de la sangre de forma considerable e incluso podría llegar a provocar policitemia, la enfermedad opuesta a la anemia que se produce por un exceso de hematíes.
También es importante señalar que este complemento vitamínico puede provocar insomnio sobre algunas personas, ya que aporta grandes dosis de energía que pueden llegar a causar una pérdida de sueño. Así pues, no es recomendable su consumo por las noches y deberán prescindir de la moringa aquellos que estén tomando somníferos u otros productos para dormir.