En las Santas Escrituras encontramos numerosos versículos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, donde Dios nos aconseja a no tener ningún tipo de temor y a confiar en Él en todas las circunstancias de la vida.
Uno de esos consejos lo encontramos en el libro de Josué, capítulo 1, versículo 9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo donde quiera que vayas”.
Aquí, Dios le dice a este hombre que asumió el mando del pueblo de Israel a la muerte de Moisés, que siempre recibirá su ayuda, su apoyo y su compañía, a fin de que pueda cumplir con el compromiso que le fue impuesto por el mismo Dios.
Esas palabras de aliento y confianza que dijo el Todopoderoso a Josué, también son para nosotros y a ellas debemos asirnos, ya que el Señor es el mismo, ayer, hoy y por toda la eternidad.
En la Segunda Epístola a Timoteo, capítulo 1, versículo 7, el apóstol Pablo le dice a su discípulo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y dominio propio”.
Es decir, que quienes estamos viviendo como el Señor lo manda, no podemos temer a las cosas del mundo, sino confiar en Él plenamente, sea cual sea nuestra circunstancia o necesidad que estemos confrontando.
Es importante recordar que todas las bendiciones de Dios están disponibles para quienes hemos entregado nuestra vida a Jesucristo y lo hemos aceptado como Señor y Salvador.
“Jehová es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré?”, leemos en el versículo 1 del Salmo 27, de las Santas Escrituras.
El cristianismo no es una religión, es entregar nuestra vida a Jesucristo y aceptarlo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios. Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
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