El día de ayer, el pueblo de Brasil se reunió en las calles de Sao Paolo y Río de Janeiro para exigir nuevas elecciones generales, tras la decisión del parlamento de suspender a la expresidenta Dilma Rousseff
La consigna de esta movilización fue: “Elecciones generales ya” que significó la salida de la dictadura militar que comenzó con el golpe a João Goulart, en 1964.
En la manifestación, el pueblo brasilero llevó pancartas que decían “Fuera Temer” o “MiShell Temer Golpista”. Asimismo, denunciaron las pretensiones de ese gobierno de privatizar la estatal petrolera Petrobras.
La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, fue despojada de su cargo tras consumarse el golpe de Estado desde el parlamento el pasado miércoles 31 de agosto.
A Rousseff se le realizó un juicio político sin que existiera un crimen de responsabilidad.
Se le acusó de emitir créditos sin la autorización del Congreso y de retrasar el pago a bancos públicos del país para financiar programas sociales, acciones que no constituyen un crimen de responsabilidad establecido en la Constitución como móvil para la destitución de un mandatario.
Es la tercera vez en la última década que la derecha consuma un golpe de Estado a través de las instituciones en América Latina. En 2009 fue contra el presidente Honduras, Manuel Zelaya, y luego, en 2012, contra el presidente paraguayo Fernando Lugo, mediante un juicio político orquestado en menos de 24 horas por el Congreso, que desde antes de iniciar la sesión tenían definida la condena. AVN
YM