El camino de las Grandes Ligas para Luis Sardiñas no ha sido color de rosas, como se esperaba cuando los Rangers de Texas lo firmaron por un bono millonario a los 16 años de edad, en 2009.
En 2016, con apenas 23 calendarios a cuestas, cree que llegó su oportunidad de brillar o convertirse en uno más de la lista de prospectos que no llegan a ser lo que prometían.
“Creo que esta sería mi última oportunidad. Ya he pasado por cuatro equipos y lo que tengo son 23 años. Me toca aprovecharla al máximo y cerrar el año con fuerza”, dijo el infielder convertido en utility, que se estrenó en las Mayores con los Rangers, y luego pasó por los Cerveceros de Milwaukee y Marineros de Seattle hasta parar en los Padres de San Diego. Todas estas mudanzas desde 2014.
A los frailes llegó a mediados de agosto, su primer cambio con la campaña ya avanzada, y aquí ha encontrado la oportunidad de jugar más seguido.
“Creo que ha sido un año difícil”, comentó. “Un cambio a mitad de temporada es bien extraño, porque estás en un equipo un día y al siguiente juegas con otro, pero lo importante es estar aquí y demostrar lo que uno hace en el terreno”.