El presidente iraní llamó el miércoles a «castigar» a Arabia Saudí por la estampida que ocurrió el año pasado en el peregrinaje a La Meca, cuando murieron más de 2.400 personas.
Las declaraciones de Hassan Rouhani constituyen una dura crítica a los saudíes en momentos en que miles de peregrinos acuden a dicho país para el peregrinaje de este año.
Son además el más reciente ataque verbal en la disputa entre los dos países dominados por etnias rivales: los saudíes son en su mayoría sunís mientras que los iraníes son chiís.
Cientos de miles de musulmanes están ahora llegando a Arabia Saudí para participar en el hajj de este año, que comienza la próxima semana.
No habrá peregrinos iraníes en el evento este año, una ocasión de cumplimiento obligatorio para todos los musulmanes por lo menos una vez en su vida.
La agencia de noticias estatal iraní IRNA, informó el miércoles que Ruhani fustigó la manera en que los saudíes manejaron la tragedia. Afirmó que los saudíes «se quedaron de brazos cruzados en vez de ir a rescatar» a las víctimas.
Afirmó que la comunidad internacional debe «castigar al gobierno de Arabia Saudí a fin de que podamos tener un verdadero hajj».
AP