La candidatura de Roma para acoger los Juegos Olímpicos de 2024, defendida por el Comité Olímpico Italiano como una oportunidad para devolver a la ciudad a la elite del deporte mundial, se aleja con el paso de los días ante el «no» del Movimiento Cinco Estrellas, que gobierna en el Ayuntamiento romano.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, ya avanzó en junio que las Olimpiadas no eran «una prioridad» para la capital italiana y que por tanto su postura por el momento era de total oposición a que la Ciudad Eterna presentase su candidatura para albergar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024.
Fue un jarro de agua fría tanto para el Gobierno de Matteo Renzi como para el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), que hasta entonces habían mostrado un gran optimismo porque la ciudad pudiera ser el centro de todas las miradas del deporte a nivel internacional.
Tanto Renzi como el comité promotor ven en las olimpiadas una ocasión irrepetible, tanto deportiva como económica, ya que generarían puestos de trabajo y mejorarían los servicios de una ciudad que necesita reformas.