Más de 50 instituciones públicas, empresas privadas y ONGs se desplegaron en 40 playas, desde Chichiriviche hasta Chuspa
Desde hace más de dos décadas, cada tercer sábado de septiembre y con motivo de celebrarse el Día Mundial de las Playas, la Fundación para la Defensa de la Naturaleza (Fudena) realiza en Venezuela una jornada que reúne a empresas privadas, entes públicos, comunidades y sociedad civil.
El objetivo primordial de la acción ecológica de esta ONG ambientalista es sembrar conciencia, recabar datos para el desarrollo de políticas públicas para la preservación y, en escala más directa, sensibilizar a cada usuario de las playas para que comprenda que su acción individual puede marcar la diferencia, en el lugar que es usado para su disfrute y descanso.
En el caso del estado Vargas, donde el 80 % de extensión geográfica colinda con el mar, la jornada de este sábado 17 de septiembre se convirtió en una oportunidad para el rescate de sus costas, muchas de las cuales son usadas como basureros de manera indiscriminada, como las zonas de Mare Abajo, sectores de Las Salinas y Taguao o los terrenos ganados al mar en la carretera hacia Naiguatá.
“Hace falta sensibilizar a muchas personas sobre el problema de la basura en las playas. Saber el daño que ocasionan en otras especies y al entorno. Somos responsables de los desechos que se generan en la costa y debemos dar herramientas útiles y prácticas para que la disposición final no perjudique a las playas”, explica el docente William Rodríguez, de la Universidad Marítima del Caribe (UMC), quien junto a la también docente Lya Neuberger y Rafael Lozano de la fundación Naturazul, llevaron la batuta de la jornada en la entidad costera.
En Vargas se dispusieron de 104 puntos de acción, participaron unas 50 instituciones públicas, empresas privadas y varias ONG que sumaron un promedio de 3 mil voluntarios, dispersos en 40 playas desde Chichiriviche hasta Chuspa.
“El Día Mundial de las Playas no es cosa de una fecha, sino de permanente conciencia ciudadana. Hay que exigir a las autoridades que hagan su trabajo, pero también se debe colaborar. Enseñar a los niños, con el ejemplo, que es mejor botar la botella o las bolsas en un contenedor que en el malecón. Seamos ejemplos positivos”, indica Adriana Sánchez, estudiante de Gestión Ambiental de la UMC y quien fue voluntaria este sábado.
(Tomado de elpitazo.com)