Los rebeldes de las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos acordaron este viernes mantener el alto al fuego en Colombia, y discutir «propuestas de ajuste» al acuerdo de paz que fue rechazado sorpresivamente en el plebiscito del domingo.
Pese al resultado electoral, las partes reunidas en Cuba se mostraron resueltas a persistir en una salida negociada al último conflicto armado del continente, un esfuerzo que le valió a Santos el Premio Nobel de Paz este mismo viernes.
Sin aludir a la reciente decisión de Santos de mantener el cese del fuego hasta el 31 de octubre, las partes anunciaron un «protocolo» para «prevenir cualquier incidente» sobre el terreno mientras se resuelve la crisis desatada por la consulta.
Un mecanismo «tripartito» formado por la ONU, el gobierno y la guerrilla «estará a cargo de monitorear y verificar» el cumplimiento del protocolo y las «reglas que rigen» la terminación del enfrentamiento armado.
– Ajuste consensuado –
El gobierno de Santos y los rebeldes comunistas habían ya firmado el pacto para poner punto final a un conflicto que deja millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados, y que también involucra a otros grupos armados ilegales.
Sin embargo, los colombianos, contra todo pronóstico, lo rechazaron en las urnas, lo que impidió su implementación.
Santos decidió entonces reunirse con los opositores, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe, para intentar alcanzar un consenso y salvar un pacto que en esencia busca el desarme de las FARC y su transformación en partido político.
El exmandatario rechaza que los guerrilleros involucrados en delitos atroces no paguen un mínimo de cárcel y puedan ser elegidos a cargos públicos. El acuerdo de La Habana prevé penas alternativas a la prisión para quienes confiesen sus delitos y contribuyan a reparar a las víctimas.
Después de casi una semana de incertidumbre, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Santos convinieron que escucharán «a los diferentes sectores de la sociedad», en «un proceso rápido y eficaz», para «definir prontamente una salida».
Si bien defendieron el pacto suscrito el 26 de septiembre por Santos y Timoleón Jiménez, (Timochenko), líder máximo de la guerrilla, los equipos anunciaron que «las propuestas de ajustes y precisiones que resulten de ese proceso, serán discutidos»./AFP