John Petrizzelli terminó el rodaje de la película de ficción “Bárbara” y prepara su gira por festivales internacionales el año que viene
John Petrizzelli tiene ya un poco más de 25 años dedicados a las labores útiles del cine y recién culminó el rodaje de Bárbara, otra película de ficción. Está preocupado por la compleja situación actual del cine venezolano y apunta hacia la necesidad de revisar las formas de las maneras de exhibirlo en todos los municipios de nuestro pais. Pero dejemos que él explique lo que hace y lo que le preocupa.
Mundo lejano y cercano
–¿Por qué el cine y no el teatro?
–Creo en las ilusiones completas y el teatro no me permite despegar completamente de ese escenario y de esa sala. El cine es un mundo frente a ti tan lejano o cercano como la historia que se cuenta o la realidad que se muestra. El teatro, aunque es una de las grandes artes, no es para mí.
–¿Satisfecho con lo logrado?
–Siempre que veo una película que recién termino la cuestiono, cuando pasa el tiempo y la veo de nuevo la cuestiono aún más, creo que he podido hacer mejores películas y siempre me muestro insatisfecho con lo que hice, pero también esperanzado de hacerlo mejor la próxima vez.
–Antes logra Ti@s, y ahora Bárbara donde está presente la temática gay. ¿Está rompiendo una lanza contra la discriminación social en un país donde cunde la homofobia, la transfobia y el racismo, además de otras fobias?
–Realmente más que películas que presentan la discriminación como un hecho social, tanto en el documental, el caso de Ti@s, y de Bárbara, mi último largometraje de ficción, me interesan los personajes excluidos, los olvidados, los marginados. Son personajes que por estar en minoria siempre permiten una visión muy particular de la sociedad. También por supuesto hay una intención política en el sentido más amplio al presentarle al público la intimidad de un grupo de ancianos homosexuales desafiantes y orgullosos a pesar de la discriminación o ficcionar a un travesti que escapa por un llano machista y homofóbico.
–¿Qué es lo nuevo o lo diferente en Bárbara?
–Quise trabajar en Bárbara el asunto de la identidad, cómo cambia la identidad femenina del travesti protagonista hacia una idealización masculina de su personaje, transformada por el impacto del paisaje, de la llanura agresiva y hostil. La puesta en escena y la estética intentan llevar al público en un viaje de la ciudad colorida de neón de los años 80 a lo terroso y solitario de un llano que quise pareciera el paisaje de un western queer.
–¿Cuál es el estado actual del cine venezolano?
–Hemos producido grandes películas y hasta el cine comunitario ha logrado cosas increíbles. Definitivamente se ha democratizado el hacer cine, aunque quizás fue un error apresurarse a mostrar la taquilla de algunas películas comunitarias o no totalmente profesionales. El público estaba acostumbrándose a un cine venezolano cada vez más acabado y encontrarse con películas que están muy bien para las comunidades, pero no para la taquilla creo le ha hecho daño a nuestro cine.
–¿Qué es lo que ha pasado con la taquilla 2016?
–Creo que el recorte de los horarios por la crisis eléctrica fue la primera estocada, la subida de las entradas de los cines fue otra. Luego la crisis económica que afecta toda la taquilla, pero le pega más fuerte a nuestro cine y también la inseguridad. La gente se aplica un auto toque de queda. Alguien dijo por ahí que es una carnicería y sí lo es. Taquillas de máximo 20 mil espectadores en el mejor de los casos. Lo peor es que creo que va a seguir y se va a acentuar con la crisis.
–¿Qué pueden hacer los cineastas ante los nuevos escollos para hacer y producir sus producciones?
–Creo que debemos concentrarnos en producir películas compactas y de bajo presupuesto, pero de interés para el público para mantenernos activos mientras llegan tiempos de mayor bonanza. No es tiempo para producir grandes títulos épicos o de acción, sino películas más pequeñas de diversos géneros y formatos.
–¿Necesita el CNAC más apoyo del Estado?
–Siempre es necesario apoyar a una industria tan costosa como el cine, pero el cine nuestro no escapa a la tendencia de nuestra economía, solo el Estado financia. Nadie quiere poner sus cobres en la olla, salvo algunos que se pueden contar con los dedos de las manos.
–El destino del cine venezolano, en cuanto a la taquilla, está vinculado al éxito o al fracaso de los centros comerciales que no autogeneran electricidad. ¿Qué hacer?
–Desgraciadamente dejamos perder nuestros cines de parroquia, autocines, los grandes cines urbanos y tenemos que depender de los centros comerciales para ver cine. Y por supuesto de todo lo que se comercializa en torno a las películas. Si no surge otra alternativa, estaremos dependiendo de la suerte de esos centros comerciales y de lo que sus dueños crean conveniente hacer o no hacer con ellos.
–¿Cómo está proyectada la exhibición de Bárbara?
–Bárbara estará lista para fines de año y comenzaremos la ruta de festivales internacionales para quizás a mitad del 2017 estrenarla en Venezuela.
Minihistoria
Periodista, guionista y director de cine. Entre 1975 y 1980 realiza estudios en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, Venezuela; y de Cine y Televisión en la School of the Arts, Department of Film and TV, New York University, EE.UU., donde obtiene las licenciaturas en esas áreas. Con más de 25 años de experiencia dentro del cine venezolano, Petrizzelli se ha dedicado a la realización de cine documental y ficción experimental. Entre sus películas más importantes se pueden mencionar: Mediodía lineal (1981), El Embrujo (1983), Con cierto eco (1991), Falsas Historias (1992), Carrao (1998), Anselmo, La Trampa de la Uña (2006), María Lionza, Aliento de Orquídeas (2007), El Rey del Galerón (2008), Cuatro Miradas: Alfredo Cilento, Graziano Gasparini, Marco Negrón y Tomás José Sanabria (4 arquitectos que recibieron el título Doctor Honoris Causa, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, 2009), Paco Vera (2009). Er Relajo der Loro y El Doctor de los Milagros.
FOTO foto john del loro
«Debemos concentrarnos en producir películas compactas y de bajo presupuesto, pero de interés para el público…»
COLUMNA EL ESPECTADOR E.A. Moreno-Uribe