La historia no miente. Si hay algo que los habitantes de Chacao no podemos perdonarle a la MUD es haberle dejado la vía libre a Primero Justicia para que en Chacao gobernara Ramón Muchacho, padre de la desidia y la anarquía, alumno de Alfredo Peña, el difunto, y por ende chavista solapado con pinta de burgués. Si no lo es, disimula muy bien.
Esa alianza que se hizo en aras de la llamada Unidad nos tiene a todos en el filo de la navaja. Sin servicios públicos, sin seguridad, y sin una alcalde que le “pare bolas a este municipio”. Un desastre total.
Estamos cambiados como dicen por ahí, por… Ya saben, las payasadas de Muchacho, por no decir otra cosa, rayan en lo absurdo, los habitantes del Municipio que se vayan al carajo, lo que él quería, que era el voto, lo logró. ¿Y ahora qué sigue?
El ejemplo clásico de la desidia y la conchupancia es el Mercado Municipal de Chacao. La cueva de los bachaqueros, bajo la mirada complaciente de Muchacho. Ahí no va la Sundee, nunca fue el Indepabis, ni la GNB.
La Sundee tiene entre sus atribuciones y facultades, como ejercer la rectoría, supervisión y fiscalización en materia de estudio, análisis, control y regulación de costos y determinación de márgenes de ganancias y precios. Pero en Chacao, eso no se cumple, no existe.
En el Mercado Municipal de Chacao hay vía libre para el bachaqueo, la especulación, el remarcaje de precios, y el engorde de los productos de primera necesidad. Con la anuencia del alcalde y su séquito.
Nadie les para a los habitantes de Chacao. Las dos veces que vi a Ramón Muchacho en el Mercado Municipal de Chacao; una fue pidiendo el voto cuando iba a ser alcalde, en mala hora; y la otra al estilo de Hitler cuando llevó una coral de niños, para que cantaran mientras la gente intentaba estirar el dinero, y poder llevar algo de comida a su casa. Mayor estupidez que esta, imposible.
Al Mercado de Chacao lo llaman “la joyería” y con razón. Ahí se concentra la cuna del bachaqueo, tanto de los chavistas enchufados como de los “escuálidos con billete” que adversan a Maduro, pero que pagan la especulación y encubren la actividad más oprobiosa que este gobierno ha legalizado. Bachaquear es una profesión tan digna como cualquier otra, la diferencia es que esta no requiere estudio.
Suba la rampa del segundo y tercer nivel y ahí usted encontrará de todo, sin hacer mucho esfuerzo. Eso sí, llévese una “marusa de billete” para pagar. Jabón de tocador, desodorante, jabón de lavar en polvo y panela, enjuague, shampoo, crema de afeitar, afeitadoras, hojillas, cremas para la piel nacionales que no se encuentran en el mercado, así como importados traídos de Colombia.
Habla el Alfred:
Es un pavo viejo que se quedó en los años 70. De taxista decidió cambiar suerte y dedicarse a bachaquear. En un día malo puede hacer entre cien mil y ciento cincuenta mil; uno bueno, como quincena, hasta un millón.
Aquí la alcaldía sabe cómo es “el merequetegue”, dice el Alfred, porque muchos funcionarios vienen aquí a hacer sus pedidos. Yo los surto de pacas de arroz, pasta, Harina Pan, aceite, papel higiénico. Todo lo que no se consigue, aquí está encaletado para la venta. Eso sí, tanto chavistas como escuálidos, bachaquean en el Mercado Municipal de Chacao, porque nadie supervisa, nadie regula, nadie se mete con esta mafia que desde la alcaldía como del gobierno. Si te he visto no me acuerdo.
Siempre he escuchado decir que la salsa que es buena para el pavo, lo es para la pava; si se quiere revocar a Maduro, por qué no hacerlo con Muchacho también.
CORREO DE LAS BRUJAS:
DATO: este lunes 17 de octubre, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por siglas en inglés), publicó una serie de entrevistas y documentos que revelan que importantes oficiales del Departamento de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) presuntamente “presionaron” al FBI para proteger a la candidata del Partido Demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, durante el escándalo de los correos el año pasado, y evitar que fuese imputada.
OTRO DATO: de acuerdo con los documentos publicados, el importante funcionario del Departamento de Estado, Patrick Kennedy, presionó al FBI para bajar la categoría de importancia de algunos de los correos que trató Hillary Clinton de forma ilegal, como parte de un quid pro quo, un acuerdo en el que ambas partes cedieron.
CAIGA QUIEN CAIGA: si Ángel Monagas lo dice en su columna de este martes, por algo será. Cito textualmente: “Otros en el gobierno, después del paquete en que metió Chávez a este país enfrentándose con los árabes al aliarse con Irán, y ahora dependemos de su ‘buena voluntad’, rezan porque se fortalezca la Opep. Los ‘brujos’ en Miraflores tienen los altares ‘full’ de velas, de huesos, de tierra, trabajando los espíritus para que aumente el petróleo, con la esperanza de recuperar esta falsa revolución”.
WILMER TIPS:
TARJETA ROJA: dos preguntas a ver quién responde, porque aquí todo el mundo se hace el “Musiú”:
-Las empresas prestadoras del servicio de telefonía celular operan bajo una concesión especial que les permite la explotación del servicio de telefonía celular. Lo que no se explican los usuarios es como es que se atribuyen la prestación de internet, televisión, radio y afines. Otro aspecto que preocupa es el hecho de que estas empresas autorizan a los vendedores marginales o recargadores de teléfonos celulares y venta de tarjetas adicionales para cobrarle al usuario lo que estos estimen conveniente por encima del 8 %, que es el porcentaje que dichas empresas le reconocen a estos vendedores. Cicerón se hace dos preguntas: 1) ¿será que les fue extendida la concesión especial?; y 2) ¿será que el Sundee, el Seniat y las alcaldías delegan sus competencias en estas empresas?
PAN Y CIRCO: lo de este gobierno no tiene perdón de Dios. El mega show montado en Los Próceres de sábado para domingo, donde estuvieron orquestas de la talla como Los Melódicos y la Billos; grupos de gaita como Cardenales del Éxito y Gaiteros de Pillopo por solo mencionar unos pocos en una rumba que fue hasta el amanecer, evidencian que lo que nada cuesta hagámoslo fiesta; con tanta hambre, escasez, y necesidad que hay en el país, montar un espectáculo como este es un afrenta a un pueblo que creyó en un discurso populista, incluyente y del hombre nuevo que sobrevive a punta de hacer colas y rebuscarse en la basura como un atleta del hambre.