Los Navegantes del Magallanes salen a buscar el desquite ante los Leones del Caracas este domingo en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia
El primer choque fue contrastante. Porque Magallanes picó adelante y hasta apabullaba con ventaja que daba la impresión de ser definitiva. Pero Caracas, como el púgil que, avasallado, suelta su poder y se salva con un “lucky punch”, desató una ofensiva impresionante que en una sola entrada (la octava) le dio vuelta a un juego que perdía por 6 carreras.
Nada común semejante “rally” de 7 anotaciones, aún en estos inicios de campeonato, cuando los equipos no han terminado de ajustarse y suelen producirse juegos con mucho movimiento en las almohadillas. Por eso el mérito y el disfrute de la afición caraquista, desatada la emoción con ese final inesperado. Que no tuvo un batazo de grandes dimensiones (apenas un doblete), sino una cadena de sencillos generadores del desconcierto en las filas magallaneras.
La gran rivalidad del beisbol venezolano comenzó, pues, con candela. Con un encuentro de alternativas, con el caudal de emociones que suelen tener los clásicos.
Eso sí, vale recordar que solo se trata de un juego. Y quedan ocho (de no encontrarse en las rondas siguientes), el primero de ellos hoy con cambio de sede a Valencia. Será la oportunidad del desquite para los Navegantes y ante la afición del “José Bernardo Pérez”, tan consecuente como la melenuda, aunque la situación del país -como ocurrió en la capital- podría impedir una concurrencia tan nutrida como es costumbre.
El triunfo satisfizo a la cueva melenuda, por supuesto. Y el mánager Alfredo Pedrique destacó que la forma de conseguirlo debería tener una influencia positiva para la reacción del equipo. “Hubo más paciencia en el home”, destacó, “Este es un equipo guerrero, sé que podemos jugar mejor de lo que hemos hecho en los últimos partidos”.
Sin embargo, la noche del viernes las Águilas del Zulia hicieron honor a su condición de líderes del certamen (10-3) y “le pararon el trote” a los capitalinos ganándoles 4-3, para enviarles al último lugar de la tabla, empatados con los Tigres de Aragua en 5 triunfos y 8 derrotas.
Magallanes, en cambio, no se arredró con el revés. Y el viernes retomó la senda del triunfo batiendo 3-2 a Lara con victoria para Chris Leroux (2-0). Hassán Peña se anotó el cuarto salvado de la campaña e igualó, al fijar su tope en 46, la marca del equipo, en poder de Oscar “Manacho” Henríquez. La victoria valió, además, para nivelar en .500 (6-6) las cifras del equipo y ubicarse en el cuarto lugar.
Así, el juego de hoy presenta -como el jueves- a un Magallanes en mejores condiciones. Pero el incentivo del clásico es suficiente para igualar posibilidades, mucho más cuando los Leones necesitan sacudirse esa condición de colistas. Que quizás les molesta menos que perder con el gran rival, eso sí, pero necesita encadenar victorias para mejorar posición antes de finalizar el primer mes de campeonato.
José Tábata (.489), líder bate del certamen, se presenta como hombre clave en la ofensiva magallanera, como en los Leones Wilfredo Tovar (.389), cuarto de la estadística.
Así alinearían
Los posibles line ups, a la espera del anuncio de los abridores, que no se había producido a la hora de redactar esta nota:
CARACAS: Nyler Morgan Cf, Wilfredo Tovar ss, Henry Rodríguez 2b, Jesús Guzmán BD, Aharon Eggleston Lf, Oscar Hernández C, Harold Castro 1b, Yoxhian Medina 3b y Jesús Galindo Rf.
MAGALLANES: Luis Arráez 2b, Luis Rodriguez 1b, José Tábata BD, Frank Díaz Lf, Drew Robinson Cf, Mario Lisson 1b, Ronny Cedeño 3b, Jesús Sucre C y José Rondon ss.
Remontada y preocupación
Fue una victoria como pocas. Para los Leones, por supuesto. Esa remontada de 7 carreras en el octavo inning para ganar 9-8 el primero de los nueve enfrentamientos de la temporada entre los grandes rivales del beisbol venezolano es un buen estímulo para revertir la hasta ahora floja campaña melenuda. Pero no dejó de llamar la cantidad de espacios vacíos, algo poco visto en esos juegos, no por esperada menos preocupante.
La cueva del Caracas era una fiesta al concluir. La desazón de muchos aficionados, que vieron cómo la defensiva complicaba la tarea del abridor Luis Díaz, fue diluyéndose en el octavo a medida que el equipo iba descontando. Y cuando Wilfredo Tovar (figura ofensiva, 5-3) descargó el batazo frente a Hassán Peña para impulsar la carrera de la diferencia y darle la vuelta al resultado, el escándalo cambió de tribuna.
Grano a grano: ocho hits (apenas un extrabase, tubey, de Anderson de la Rosa) pegaron los Leones en esa octava entrada. Y Rubén Alaniz puso el cierre, mientras Tovar llevaba su average a .392.
La otra cara fue la asistencia. Se esperaba un bajón, por la situación económica y la inseguridad. Pero, de todas formas -y aunque fue la mayor asistencia del campeonato hasta la fecha, 14.239- generó preocupación por el futuro inmediato de un clásico que suele agotar la boletería.
Armando Naranjo – donarmandonaranjo@gmail.com – @DonArmandoN