Seguidores oficialistas se enfrentaron este jueves a militares en los alrededores del Parlamento venezolano, cuando intentaban impedir el ingreso de legisladores opositores a quienes los uniformados brindaron protección. Apostados en los alrededores del palacio legislativo (centro de Caracas), los chavistas lanzaron bombas de estruendo y golpes a los efectivos de la Guardia Nacional en reproche por evitar su avance hacia el punto por donde pasaban los diputados, constataron reporteros de AFP.
En medio de gritos, insultos y patadas de los seguidores del gobierno a los escudos de los militares, los asambleístas lograron pasar del edificio administrativo al hemiciclo -separados por unos pocos metros- protegiéndose la cabeza en algunos casos con los maletines de trabajo.
Entre empujones, los manifestantes fueron desalojados del lugar. Dos congresistas aseguraron haber sido «agredidos».
«Aquí no vamos a permitir que la derecha capataz del imperio derrote al poder popular, a un gobierno legítimo. No somos Brasil, no somos Honduras, aquí somos venezolanos, carajo», declaró exaltada Naila Rangel.
En el Legislativo -controlado por la oposición- tuvo lugar este jueves un acto en el que la mayoría opositora cedió la tribuna de oradores a organizaciones civiles opuestas al gobierno y víctimas de presuntos abusos de la fuerza pública.
«De aquí no nos van a hacer un golpe de Estado al presidente (Nicolás) Maduro, tenemos que defender el legado que nos dejó Hugo Chávez Frías», expresó a su vez Nelly Cedeño.
El incidente en el Parlamento se produjo en medio de una creciente tensión por la ofensiva opositora contra el mandatario para sacarlo del poder, con la convocatoria a una huelga general de 12 horas el viernes.
Decenas de chavistas irrumpieron el domingo pasado en el hemiciclo, cuando la Asamblea debatía un acuerdo que culpó a Maduro de romper el hilo constitucional.
La acusación fue formulada luego de que el poder electoral -según la oposición controlado por el gobierno- suspendiera el proceso para un referendo revocatorio contra el presidente.
Ante el agravamiento de la crisis, la Fuerza Armada ha jurado «lealtad incondicional» al gobernante.
AFP