En un libro que saldrá a la venta desde hoy, la jueza María de Lourdes Afiuni confesó que había sido abusada sexualmente en la cárcel de mujeres de Los Teques, más conocida por las siglas de INOF. Su abogado, José Amalio Graterol, aseguró que tanto el Gobierno como Naciones Unidas conocían sobre esa situación.
En libro “Afiuni, La Presa del Comandante”, del periodista Francisco Olivares, la jueza María Lourdes Afiuni confesó que fue abusada sexualmente en la cárcel de mujeres ubicada en Los Teques, cuando estuvo detenida en ese centro penitenciario.
En la obra de la editorial La Hoja del Norte, la abogada relata cómo fue “abusada sexualmente en la cárcel”, la golpiza con hojillas que le propinaron las internas y las consecuencias de las vejaciones a su estado de salud.
“(…) María Lourdes mira hacia el fondo de la sala, como escrutando si su papá o su mamá están merodeando por allí. Al comprobar que no están y seguimos solos, en un tono muy bajo, sigue el relato”, explica un extracto del libro.
Entre las revelaciones, Afiuni aseveró que luego del trauma que vivió encerrada en esa cárcel, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente: “A mí me sacaron el útero, pero me encontraron seis miomas… Yo tuve una pérdida en el penal”, aseguró.
Gobierno lo sabía
Por su parte el abogado defensor de la jueza Afiuni, José Amalio Graterol, afirmó que el Gobierno y las Naciones Unidas sabían que la jueza había sido víctima de una violación durante su reclusión en el Instituto Nacional de Orientación Femenina, durante una entrevista con el canal de noticias Globovisión.
“(El Gobierno) no sabía que iba a ser público el delito, a las mujeres no les gusta hacer eso público, pero Afiuni tuvo el valor de revelarlo” dijo Graterol.
Indicó que en el expediente de la jueza hay pruebas del abuso y se pudieron registrar a su salida del INOF en febrero de 2011 con signos de tortura.
Todo el equipo de defensa decidió no dar a conocer esos abusos porque sería “una segunda violación”.
Graterol añadió que ahora que Venezuela forma parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, debe acatar sus resoluciones, y eso incluye la determinación que el encarcelamiento de la jueza es arbitrario.