«Perdiendo batallas se puede triunfar en la guerra…” Sun Tzu
El arte de la guerra es un clásico de estrategias escrito hace más de 2.500 años por el guerrero chino Sun Tzu, que fue lectura obligada en Asia y leído por Bonaparte, Montesquieu, entre otros estadistas y militares, aunque no solo sus ideas son aplicadas para la guerra, sino también en la conducta de las personas en búsqueda de la paz. Recomendaba Sun Tzu “que la mejor victoria es vencer sin combate”; y enseña dos principios fundamentales: en el primero dice que “todo el arte de la guerra se basa en el engaño; y en el segundo destaca que el supremo arte de la guerra «es someter al enemigo sin luchar”. Sus enseñanzas transcendieron “a las acciones militares y hoy se aplica en los negocios, deportes, diplomacia y aún en el comportamiento personal”. En un gran entretenimiento de mesa como es el ajedrez, se aplica la doctrina de Sun Tzu. El juego es toda una estrategia de engañar al contrincante y someterlo por sorpresa. Aun perdiendo alfiles, peones, caballos y hasta la reina, se puede llegar “al jaque mate”. En política, es indispensable poner en práctica esos milenarios consejos, porque la operatividad de la política tiene características de juego a la guerra para sorprender al contrario: opositor o al gobierno, ya que todo está en la habilidad del actuante, en su oportunidad de ver más allá de lo que se quiere o se aspira para triunfar, sin menospreciar al contrincante. No es más valiente quien grita más fuerte y no es más inteligente quien mantenga la postura del pensador de Rodas. Todo debe tener su equilibrio, pero el peor consejero es la angustia y la precipitación para las decisiones. Nuestro Libertador Simón Bolívar no pudo sostener la toma de Puerto Cabello en 1812 y se perdió la primera República, y con la llamada Campaña Admirable, habiendo tenido éxitos en el recorrido hacia Caracas, tuvo que emigrar a oriente y no se pudo restablecer la República. Pero en 1821 obtuvo la victoria y la independencia de la patria en la batalla de Carabobo.
Recomendación de Sun Tzu: “el enemigo que actúa alocadamente, que carece de estrategia y toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado”.
El mundo político en este siglo 21 tiene dos polos principales, o es el socialismo marxista o es el socialismo democrático, en sus ribetes demagógicos, populismo, comunismo, capitalismo y personalismo. No existe en propiedad ser socialista marxista-comunista y democrático, porque es un fraude al pueblo e igualmente no existe democracia estando sumida en el capitalismo salvaje, ya que es una especulación al poder del pueblo. En sentido amplio, la gente en definitiva lo que exige, reclama y aspira es un sistema político que garantice la convivencia de paz en una sociedad justa de bien común, de seguridad y justicia. Son refrescantes las resultas que mediante el diálogo se ha realizado y, entre sus inicios, la suspensión de la marcha a la sede del Ejecutivo Nacional y las vigilias del partido de gobierno. La Asamblea Nacional deberá decidir sobre los tres (3) diputados juramentados para ser liberada del desacato y asuma sus plenos poderes, pensando ante todo en el bien de la patria y en el arte de la guerra.