La candidata demócrata parece conservar la ventaja sobre el aspirante republicano en el tramo final. Para ganar, el magnate inmobiliario debe imponerse en casi todos los estados en disputa, que suman aproximadamente una decena. Más de 41 millones de estadounidenses han votado anticipadamente a través del correo y otros medios
En el último día de una campaña frenética, Hillary Clinton intentó el lunes disipar la nube de sospechas que la ha seguido constantemente y cerrar con un llamado a la unidad y la esperanza. Donald Trump juró que no le será fácil.
Horas después de que el FBI anunció que había exonerado nuevamente a Clinton, el equipo de campaña de Trump expresó dudas sobre la legitimidad de la decisión de no recomendar una acusación penal tras investigarla por el uso de un servidor privado de correos electrónicos cuando era secretaria de Estado.
La campaña de Trump insinuó que la última, rápida revisión de los correos a una colaboradora de Clinton no pudo haber sido exhaustiva.
«Han embarullado la investigación desde el comienzo», dijo Jason Miller, un vocero de Trump, a CNN. Miller pidió al FBI que difunda los correos de la colaboradora Huma Abedin.
La carta del director del FBI James Comey a los legisladores el domingo es una espada de doble filo para Clinton, ya que pone de relieve un asunto que ha manchado su imagen.
Clinton parece conservar la ventaja sobre Trump en el tramo final. Para ganar, el republicano debe imponerse en casi todos los estados en disputa, que suman aproximadamente una decena. Más de 41 millones de estadounidenses han votado anticipadamente a través del correo y otros medios.
La campaña de Clinton dijo que la candidata no hablaría de la noticia el lunes durante sus actos de campaña en North Carolina, Pennsylvania y Michigan.
En cambio, optó por un argumento más amplio. En su intento de ser la primera presidenta de Estados Unidos, Clinton se presentó como la candidata de la «sanación y reconciliación», una posición quizás sorprendente para una de las figuras más controvertidas de la escena política estadounidense.
Fin de campaña
El domingo, Clinton inició sus actos de campaña con la visita a una iglesia afroestadounidense en Filadelfia, donde habló de su candidatura en términos casi espirituales al tratar de motivar a los votantes negros en Pennsylvania, un estado crucial. Adicionalmente, terminó por la noche en Manchester, New Hampshire, donde se presentó con Khizr Khan, un abogado musulmán estadounidense cuyo hijo, un capitán del ejército, murió en combate en Irak.
«Esta elección es un momento crucial», dijo el domingo por la noche. «Es una elección entre la división y la unidad, entre un liderazgo fuerte y estable y una bala perdida que significa un riesgo para todo».
Por su parte, Trump se mostró confiado al llevar su campaña —y su discurso sombrío sobre un sistema político y económico amañado— a baluartes demócratas.
«Esto es un juego totalmente diferente», dijo Trump en un mitin en un hangar de aeropuerto en Minneapolis, donde predijo una victoria en un estado que no ha dado sus votos electorales a un republicano desde 1972. En otro acto en Virginia, que Trump describió como su «discurso especial de medianoche», el empresario describió la campaña como una «maratón».
«Vamos a tener una de las grandes victorias de todos los tiempos», dijo, comparando los comicios con el voto en Gran Bretaña a favor de abandonar la Unión Europea «multiplicado por 50».
Sobre el frenesí de los últimos actos de campaña sobrevolaba la última carta al Congreso del director del FBI, Comey, en la que informaba a los legisladores de que, en su apresurada revisión de nuevos correos descubiertos, su agencia no había encontrado pruebas que ameritaran cargos penales contra Clinton.
Aun así, Trump siguió recurriendo al asunto de los emails, pese a las conclusiones del FBI.
«Hillary Clinton es culpable. Ella lo sabe, el FBI lo sabe, la gente lo sabe», afirmó en un mitin que reunió a miles de personas en un anfiteatro de los suburbios de Detroit. «Y ahora depende del pueblo estadounidense hacer justicia en las urnas el 8 de noviembre».
AP