El Vaticano denunció el lunes la decisión de un sacerdote de la Iglesia católica clandestina china de ordenarse obispo sin la anuencia del papa.
La Santa Sede aparentemente intenta distender la situación con China al avanzar las negociaciones hacia un acuerdo general sobre el nombramiento de obispos.
El reverendo Dong Guanhua, de Hebei, anunció su ordenación en septiembre y ofreció ordenar a otros sin mandato del papa. Pero la medida fue condenada inmediatamente por otros clérigos de la iglesia clandestina, informó la agencia noticiosa AsiaNews, afiliada al Vaticano.
El lunes, la oficina de prensa del Vaticano dijo que la Santa Sede no había autorizado las ordenaciones, que de ser confirmadas constituirían un crimen «grave» bajo el derecho eclesiástico.
El Vaticano sostuvo que no había podido confirmar la decisión de Dong, pero expresó que semejante ordenación sin mandato papal es ilegal aunque se realice bajo «creencias personales particulares».
Hay unos 12 millones de católicos en China, millones de los cuales profesan en congregaciones independientes fuera del control de la Asociación Patriótica Católica China, que depende del Partido Comunista. Los sacerdotes que rechazan el control del partido pueden sufrir penas rigurosas.
AP