Muchos venezolanos que en un tiempo apoyaban las aventuras del oposicionismo, hoy día las rechazan, producto de repetidas y contundentes decepciones
Estos tipos del oposicionismo son expertos en echar a perder las navidades. No conforme haber jodido las fiestas decembrinas del 2002, ahora regresan más violentos que antes en su intento por hacer que el venezolano no disfrute la llegada del Niño Dios; están tan desesperados por tomar el poder político, que no les importa que esta fecha sea para la reflexión, para el acercamiento con Dios, con uno mismo, con la familia.
La derecha ataca la Navidad desde varios flancos, primero: la industria del calzado, ropa y juguetes harán del bono de fin de año o aguinaldos como también se le conoce, polvo cósmico; segundo, las mafias con caras asiáticas o vestidas de verdes impedirán que las pascuas sean un momento para compartir y entretenerse debido a las colas, bachaqueo, acaparamiento e inflación inducida; y tercero, la avalancha mediática con la que nos tienen “acostumbrados” los actores y actrices de la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática, coartará la posibilidad de ver en los medios otras noticias que no sean de carácter político partidista. Sería interesante saber si en los círculos íntimos de sujetos como Capriles, Machado, Torrealba, Guevara, Ramos, Tintori y otros más, durante estás navidades hablarán solo de referendo, elecciones adelantadas o Cartas Interamericanas, aun cuando estoy casi seguro que este tiempo, tiempo de gaita zuliana, lo usarán para discutir sobre quién sustituirá a Ramos Allup en la Asamblea Nacional, quiénes serán los candidatos a tal o cual gobernación, quién será el aspirante a la presidencia de la república o cómo harán para consolidar el respaldo de sus amos gringos.
Por suerte, muchos venezolanos que en un tiempo apoyaban las aventuras del oposicionismo, hoy día las rechazan, producto de repetidas y contundentes decepciones; sin embargo siempre hay una que otra persona que piensa que esos sujetos y sus promesas harán realidad el regreso de la cuarta república o el consenso de Washington, lo importante es que entiendan que la Navidad es una época para la comunión, la paz, el amor y el patriotismo; cualquier mes del año es oportuno para tomar en cuenta y aplicar estos conceptos, pero los 30 días de noviembre, los 31 días de diciembre y la primera semana de enero, caramba, son para el relax, el abrazo en familia, para disfrutar de la compañía del padre, de la madre, hermanos, esposa, hijos, amigos, en fin, y no para dedicarle tiempo o verle la cara a esos individuos por la gran prensa o redes digitales -medios electrónicos- que solo empañan y desvirtúan la pascua.
Ustedes dirán, ¡ah!, pero lo mismo hacen los del Psuv y el presidente Maduro. Sin embargo, hay una gran diferencia. El camarada Nicolás no incita a incendiar el país, ni a desconocer la autoridad que tiene el gobierno a través de su presencia en el Estado, como tampoco siembra el desasosiego, el desamor o la tristeza cuando anuncia el pago de las pensiones a los adultos mayores o cuando manifiesta la adquisición de juguetes para los niños; son ellos los de la MUD y sus afectos, así como sus disminuidos “líderes”, a quienes no les importa la tranquilidad del soberano del poder popular, del venezolano.
Cruz Mario Silva
aporrea.org