«La transición pacífica del poder es un sello de nuestra democracia. Y en los próximos escasos meses, eso es lo que vamos a mostrar al mundo», agregó el mandatario, que entregará el gobierno el 20 de enero de 2017
El presidente Barack Obama se dijo alentado por el tono conciliador de Donald Trump tras su victoria y afirmó que todo el país le desea «éxito», aunque le instó a mantenerse fiel a la democracia.
El mandatario señaló que instruyó a su equipo a trabajar duro para garantizar una transición del poder a Trump sin contratiempos, porque «todo el mundo desea su éxito en unir y liderar el país».
El presidente, que ya había felicitado a Trump por teléfono, invitó a su sucesor a la Casa Blanca el jueves para revisar el plan de transición.
«No es ningún secreto para nadie que el presidente electo y yo tenemos puntos de vista muy diferentes», reconoció Obama.
A veces se pierde
En su primera comparecencia pública tras la victoria del magnate inmobiliario y ante un atribulado personal, el presidente saliente dijo que así era la democracia.
«Saben, el camino que ha tomado este país nunca ha sido en línea recta. Zigzagueamos y a veces nos movemos en formas que algunas personas piensan que es un avance y otras piensan que es un retroceso. Y está bien que así sea», afirmó.
«A veces uno pierde con argumentos, a veces uno pierde una elección», dijo, y recordó que él mismo afrontó esta situación cuando relevó del cargo a George W. Bush tras los comicios de 2008.
«Ante todo somos estadounidenses. Ante todo somos patriotas. Todos queremos lo mejor para este país», aseguró Obama desde el Rosedal de la Casa Blanca.
«Es lo que oí anoche en el discurso de Trump. Es lo que oí cuando hablé personalmente con él. Y me sentí alentado por ello», señaló.
El magnate prometió en el primer discurso tras su victoria que será «el presidente de todos los estadounidenses», un tono mucho más conciliador que su virulenta retórica a lo largo de la campaña.
Fidelidad democrática
Pero, en comentarios impensables en otra situación, Obama dijo confiar en que Trump sea fiel a la democracia.
«El país necesita sentido de unidad, sentido de inclusión, respeto por nuestras instituciones, nuestra forma de vida, al imperio de la ley y respeto entre unos y otros», afirmó.
«Espero que mantenga ese espíritu a través de esta transición. Y ciertamente espero que así comience su presidencia», agregó Obama.
El triunfo del magnate, de 70 años, causó sorpresa y provocó un seísmo a nivel mundial, con caídas en los mercados financieros mundiales e incertidumbre entre los aliados sobre si Estados Unidos seguirá siendo el socio de siempre.
Sin experiencia política, Trump prometió «devolver a Estados Unidos su grandeza», jugando con los miedos de los estadounidenses blancos olvidados por la globalización.
Durante la campaña, insultó a las mujeres, los musulmanes, los hispanos y otras minorías.
La profundidad y el alcance de la derrota demócrata, con la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso bajo control republicano, representan un enorme repudio a la era Obama.
El primer presidente negro en la historia de Estados Unidos había expresado su esperanza de que los votantes rechazaran la retórica racista de Trump y optaran por la experiencia política de Hillary Clinton.
Ello probó ser una apuesta equivocada.