Los fiscales finalmente pudieron interrogar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sobre posibles delitos sexuales en Suecia hace seis años.
No hicieron declaraciones sobre los procedimientos a puerta cerrada en la embajada de Ecuador en Londres, donde Assange vive desde hace más de cuatro años para evitar la extradición a Suecia y posiblemente a Estados Unidos.
Se espera que el largo interrogatorio retrasado continúe el martes y posiblemente se prolongue más allá. La versión de Assange de los acontecimientos, y su posible aceptación a proporcionar una muestra de ADN, moldearán la decisión de los fiscales suecos sobre si lo acusan formalmente.
El interrogatorio estuvo a cargo del fiscal ecuatoriano Wilson Toainga, en presencia de la fiscal sueca Ingrid Isgren y una investigadora policial sueca.
Las autoridades suecas buscan información relacionada con los señalamientos de faltas sexuales cometidas presuntamente contra dos mujeres suecas a las que Assange conoció en 2010.
Debido a las normas de prescripción en Suecia, la policía ya no investiga parte de los supuestos delitos. Sólo persiste una acusación grave que podría derivar en el procesamiento del fundador de WikiLeaks. AP