Si el Presidente electo aspira cumplir a rajatabla lo que prometió el candidato, en el mediano plazo los empresarios norteamericanos se verán obligados a exigir un viraje de la política exterior
El mundo se enfrenta con la posibilidad de que Trump, desde la presidencia de Estados Unidos, desarrolle una agenda peligrosa para la paz y la seguridad internacional, tanto por muchas de las propuestas que presentó o por temas que omitió sobre la política exterior. Entre los temas que amenazan destaca el rechazo del acuerdo nuclear con Irán, y sus críticas pueden servir de excusa para que la nación islámica se retire y pueda avanzar sin controles en sus planes nucleares.
Otro tema amenazante es el cuestionamiento a los principales aliados occidentales en materia de seguridad: la OTAN, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, por su limitada responsabilidad en los compromisos, críticas peligrosas cuando enfrentamos graves amenazas de Corea del Norte o grupos como ISIS. También preocupa el cuestionamiento al mundo musulmán, sin apreciar sus aportes y diferencias, lo que puede agravar la situación en el medio oriente.
Generan confusión las profundas críticas a la globalización, la apertura económica y los acuerdos comerciales. En el talante autoritario del candidato se percibe que, desde la presidencia, pretendería controlar todo y decidir la vida y destino de las empresas. Pareciera que el candidato empresario olvida, que si las empresas no encuentran condiciones de confianza y seguridad no invierte. Aislar a los Estados Unidos, rechazando el Acuerdo Transpacífico, negándose a nuevos acuerdos comerciales, eventualmente retirándose de la OMC o del TLC con México y Canadá, o aplicar sanciones al comercio con China; podría generar el efecto contrario de espantar las inversiones y agravar la situación económica. Si el Presidente electo aspira cumplir a rajatabla lo que prometió el candidato, en el mediano plazo los empresarios norteamericanos se verán obligados a exigir un viraje de la política exterior.
Al mundo también sorprendieron algunas opiniones del candidato Trump sobre temas ecológicos, en particular sobre el cambio climático y el posible rechazo al acuerdo firmado en París, que ya ha entrado en vigencia. No menos preocupantes son algunas omisiones del candidato en su campaña electoral, en particular tema como: los derechos humanos, la institucionalidad democrática o la libertad de expresión. Lamentablemente tal vacío resulta positivo para los gobiernos autoritarios del mundo, en particular de la región, que deben sentir un alivio, pues baja la presión del control que mantenía el gobierno del presidente Obama en estos temas.
Félix Arellano
Profesor de la Escuela de Estudios Internacionales
FACES-UCV