De un disparo en la región pectoral fue ultimado el martes en la noche Luis Enrique Gutiérrez Matos, de 60 años de edad, comisionado de la Federación Venezolana de Baloncesto, durante el asalto que perpetraron tres hombres a los comensales de un restaurante ubicado frente al gimnasio del sector San Luis de Valera, estado Trujillo.
Gutiérrez Matos, oriundo de Machiques, estado Zulia, padre de dos hijos, estaba en esa entidad desde el miércoles de la semana pasada en actividades de la U17 de la Liega Nacional. Venían de jugar en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui y Tinaquillo, estado Cojedes.
Al recibir el disparo fue trasladado al Hospital Central de Valera, donde fue ingresado sin signos vitales.
La información aportada por Carmelo Cortés, presidente de la Federación Venezolana de Baloncesto, indica que además de Gutiérrez Matos en el restaurante cenaban integrantes de delegaciones. Al sitio irrumpieron tres hombres armados que robaron celulares y otras pertenencias de la clientela.
Al parecer, Gutiérrez Matos hizo un movimiento que le pareció sospechoso a uno de los delincuentes, que de inmediato disparó contra él.
Cortés explicó que desde hacía muchos años conocía a la víctima quien fue jugador, profesor, se desempeñó como árbitro internacional, también estuvo encargado de árbitros en el país.
Agregó que Gutiérrez Matos desempeñaba su actividad entre el estado Zulia y Caracas.
El cadáver será sepultado en Machiques.
“Estamos consternados, tenemos una situación difícil. Las familias no pueden salir ni a las playas ni estar en sus casas. Estamos viviendo en una cárcel bien grande que se llama Venezuela”, dijo Cortés.
Consultado sobre la situación de inseguridad que se vive en Valera manifestó: “Sabemos que es una ciudad insegura. Venezuela cambió”, explicó.
Muerte en la autopista. A Jorge Luis Rengifo, de 21 años de edad, técnico automotriz que residía en El Junquito, lo ultimaron de un disparo en el pecho el martes al mediodía en la autopista Francisco Fajardo, debajo del puente de La California, cuando hacía labores de desmalezamiento con otras personas.
Al sitio llegaron dos hombres en moto, el conductor llevaba casco, el otro, de piel morena, que iba como parrillero, bajó del vehículo y se dirigió a Rengifo que en ese momento tenía su Blackberry en las manos, le robó el teléfono y le disparó. El hombre se fue sin pronunciar una palabra.
El herido corrió y le dijo a Rosario Rengifo, que junto con otras tres personas estaban recostadas de un auto Chevette, propiedad de la víctima: “Mamá, corre”. Fue ingresado muerto al Hospital de El Llanito. Ella dijo que su hijo no tenía problemas con nadie.
En la morgue, la madre de la víctima explicó que tienen una cooperativa familiar de desmalezamiento y trabajan para Vicsucre. EN
MMijares