Los habitantes de una alejada aldea en las montañas del sur de Serbia admiran tanto a Vladimir Putin que han decidido renombrar su poblado para que lleve el del presidente ruso.
Bienvenido a lo que los locales llaman ahora Putinovo (que significa el Pueblo de Putin en serbio).
El pequeño asentamiento de unas diez casas —de nombre Adzince desde hace siglos— está desperdigado entre la densa vegetación a 250 kilómetros (150 millas) al sur de Belgrado. Los pobladores tomaron su decisión aproximadamente hace dos semanas en un mesón mientras disfrutaban tragos de brandy local de ciruela.
«Putin es un estadista excelente», dijo Milutin Petrusic, un residente de 67 años. «Está haciendo mucho por nuestro pueblo… creemos que se merece esto».
El nombre Adzince es de origen turco y ya no es adecuado, declaró Petrusic.
La medida refleja un estado de ánimo generalizado en Serbia, donde muchos ven a Putin como un héroe y a Rusia como un aliado y amigo. Las dos naciones eslavas han sido tradicionalmente cercanas y comparten la religión cristiana ortodoxa.
Aunque el gobierno serbio desea integrarse a la Unión Europea, muchos serbios admiran a Putin por lo que ven como su resistencia a la dominación estadounidense y de otras naciones occidentales. Muchos también creen que Occidente respaldó a los enemigos de Serbia durante las guerras de los Balcanes en la década de 1990, cuando la OTAN bombardeó el país para detener los combates en Kosovo.
«Putin siempre defiende a los serbios y a Serbia», dijo Malisa Petrusic, de 63 años, pariente de Milutin Petrusic. «Queríamos agradecérselo». AP