Cada vez que ve salir a Jesús de su cuarto con más pellejo que carne se traslada a la serie aquella y lo visualiza caminando con dificultades hacia un objetivo que bien puede ser la comida que no hay en la cocina de su casa
9:00 am
Amante de las películas de terror, La Nena no se cansa de comparar a sus tíos Jesús y Luis, a su primo Guille, a sus compañeros de trabajo Nelson y Matute, y a su vecino Luisito con los personajes de la famosa serie de televisión estadounidense The Walking Dead, por el grado de flacura que han desarrollado con esta dieta ajuro de estos tiempos.
Cada vez que ve salir a Jesús de su cuarto con más pellejo que carne se traslada a la serie aquella y lo visualiza caminando con dificultades hacia un objetivo que bien puede ser la comida que no hay en la cocina de su casa por la grave situación que hoy vive todo el país, en el cual comen bien unos pocos, y solo intentan una cena improvisada solo para llenar el estómago muchos más, aunque pero no para alimentarse.
De hecho, por conocer poco de historia y además por no ser adivina, quizás encantada en algún momento por la llegada de un líder populista que hablaba como ella, La Nena llegó a someterse a lo que llaman un «bypass gástrico» para quitarse unos cuantos kilos, cuando el peso llegó convertirse en un problema serio para su salud.
Evidentemente no sabía que con la dieta ajuro de estos días rebajaría sin problemas esos kilos y muchos más. Nunca se imaginó que con quitarse el desayuno y el almuerzo, apartar los refrescos, y eliminar las proteínas y los minerales, así como bajar las vitaminas principales de la cena, comer granos solo muy de vez en cuando, lograría lo que la ciencia médica logró con una intervención quirúrgica que puso en peligro su vida.
Hoy sigue siendo una mujer gorda, pero en su peso ideal, no necesita más y tampoco necesita menos. Lo que sí necesita es comer un poco más balanceado, y tener los recursos que añora para darle de comer a sus hijos.
12:00 m
La sensibilidad estuvo a flor de piel en las últimas horas, por la muerte de uno de los más grandes líderes de la izquierda mundial.
«Toda la vida luchando contra el capitalismo y morirme en black friday… Tiene cojones», reprodujo en una imagen una chama de estas que se encuentra incluida en uno de esos grupos de whatsapp que la gente usa para distendirse, para recrearse, a veces.
Casi de inmediato, otro usuario del grupo escribió: «Te da mucha risa?», revelando el profundo dolor que le causa la muerte del famoso político.
«En ningún momento dije que me diera risa su muerte ni la de nadie… Solo me parece irónico el momento en qué pasó», contestó la chama aquella.
Llama mucho la atención que esas cosas pasen en este país llamado Venezuela, sobre todo porque desde hace unos veinta años un sector de la izquierda ríe de buena gana cuando se produce la muerte de líderes de la derecha, sin pena.
La verdad, quien alguna vez sintió como aires de justicia por la muerte de sutano, debe entender que en la otra acera hay gente que, en la misma medida, siente esos mismos aires de justicia también con la muerte de mengano. Si te reíste de alguien, tienes que aguantar que alguien se ría de ti, porque eso lo dicta la polarización sembrada en Venezuela hace como veinte años. Son riesgos que se corren.
2:00 pm
Haciendo la cola en el banco, un hombre vestido de bombero esperaba para sacar efectivo, aprovechando que en esa entidad bancaria aún quedaba.
Más temprano, había ido a otra entidad bancaria, pero cuando llegó ya habían repartido los números para las personas que serían atendidas ese día, por la escasez de billetes. Sí, repartieron números como en una cita médica. «¡Qué vergüenza..!», pensó.
Estaba en esa cola porque necesitaba efectivo para comprar comida, mientras escuchaba las conversaciones de todos. «Hijo, anda a ver esos teléfonos que están allá afuera y averigua cuánto cuestan», le dijo a un niño de unos 16 años el señor que estaba delante de él en la cola.
El chamo fue y regresó. «Papá, esos teléfonos cuestan más de 180 mil bolívares», dijo. «Ajá, ¿pero cuánto cuesta el más barato?», preguntó el señor. «Bueno, papá, ahí hay unos teléfonos ‘piedreros’ como en 40 mil, creo, pero esos no son lo que tú quieres», contestó el chamo.
«¿Teléfono ‘piedrero»?, se preguntó para sus adentros el bombero, quien acababa de comprar uno de esos aparatos como regalo para uno de sus hijos y porque, además, era el presupuesto que tenía. Sintió tristeza por no tener para comprarle un «smartphone» a su vástago, pero también sintió ganas de lanzarle una pedrada al sifrino aquel. «¡Qué educación te están dando, chamo!», exclamó en sus pensamientos.
7:00 pm
La Nena es de esas gordas que van a ser gordas toda su vida, que solo necesitan su peso ideal para vivir bien, de acuerdo a su contextura, siempre con unos kilos por encima del promedio.
Liviana para el baile, disfrutó su juventud a plenitud y alcanzó la madurez cuando le llegaron sus hijos, obligada por las circunstancias a enfrentar una situación que no merece ella ni nadie.
Sigue viendo The Walking Dead, riendo de buena gana cuando salen esos zombies a caminar por la calle. «Mira, ahí va Jesús», exclama de vez en cuando a sus hijos frente a la TV, y todos ríen de buena gana, hasta Jesús, por la flacura que les tenía guardada la vida, por las penurias que algunos no le prometieron, pero que le dejaron como legado.
CRÓNICA DE LA CALLE
edward sarmiento / esarmiento@diariolavoz.net