Todavía le falta el partido de vuelta, que no será fácil -conocidos como son el ambiente de San Cristóbal y la capacidad del rival. Pero ya el nuevo Zulia ha dejado ser la divisa emergente del fútbol nacional para convertirse en una de las instituciones a considerar en el futuro inmediato de la disciplina.
La victoria del domingo sobre Táchira, 2-0 en el “Pachencho” Romero de Maracaibo, tiene varios aspectos que destacar. El principal de ellos precisamente sobre la solidez que cada día va mostrando un equipo de jugadores en su mayoría jóvenes: ganar, accionar básicamente colectivo porque hay rendimiento y engranaje en cada una de sus líneas, junto a un ímpetu loable y el convencimiento cada vez mayor de lo que pueden lograr.
Haber ganado la Copa Venezuela fue el primer hito. Llegar a la final del Clausura el segundo.
Pero, sobre todo, vale la pena destacar que en esta ocasión –contrariamente al tiempo anterior en que Zulia obtuvo títulos en el fútbol profesional, el del clásico “pies de barro- hay una organización centrada en el trabajo a largo plazo, en la disposición de crear una institución perdurable, solo que comienza a ver frutos antes de lo que muchos pensaron.
Por ello se insiste en lo de nuevo. Porque se trata de un trabajo que busca crear una base firme desde las categorías menores, soporte de un cuadro de primera división capaz de luchar con los mejores y hacer historia en la disciplina.
Muy distinto de aquel trabajo “a billetazos”, formando una maquinaria mediante la contratación de jugadores estelares por todo el país, insostenible a largo plazo como sucedió con la etapa dirigida por el entonces alcalde Di Martino.
Domingo Cirigliano, veterano de la dirigencia deportiva, y César Farías, cabezas visibles de la organización, ya acertaron con su equipo directivo y programa de trabajo, independientemente de lo que suceda en el partido de vuelta, en el cual Táchira tendría que remontar 2 goles (ojo, más sí los marabinos anotan), lo que hace cuesta arriba la tarea andina. Pero, se insiste, lo que suceda el miércoles no cambiará el ritmo de una tarea que está avanzando exitosamente.
Sin olvidar que las más de 31 mil personas que acudieron al “Pachencho Romero” certifican la acogida de la afición marabina, que ya en la semifinal “se retrató” en número similar. Es decir soplan buenos vientos para el Zulia y para el fútbol en la cálida Maracaibo de “los hielitos”. AN