Solo sobrevivieron seis de los 77 pasajeros y tripulantes, tres de ellos jugadores. Otros 19 jugadores murieron en el siniestro, que se produjo a pocos kilómetros del aeropuerto de Medellín, Colombia
Familiares de las víctimas del accidente aéreo en que murieron casi todos los integrantes del equipo de fútbol Chapecoense expresaron su enojo el jueves y muchos dijeron que la caída del avión pudo evitarse.
Solo sobrevivieron seis de los 77 pasajeros y tripulantes, tres de ellos jugadores. Otros 19 jugadores murieron en el siniestro, que se produjo a pocos kilómetros del aeropuerto de Medellín, Colombia.
Las grabaciones de la comunicación entre el piloto y la torre de control, el relato de un sobreviviente y el hecho de que no hubiera explosión indican que el avión BAE 146 Avro RJ85 de fabricación británica se había quedado sin combustible.
Osmar Machado, padre del defensor Filipe, preguntó por qué se había usado ese avión. Cumplió 66 años el día de la muerte de su hijo.
«El lucro trae codicia», dijo. «Por 30 kilómetros este avión puso fin a (las vidas de) 71 personas. ¿Pero qué podemos hacer? El dueño del avión murió».
Los expertos han dicho que el avión estaba al término de su autonomía de vuelo —había partido de Santa Cruz, Bolivia— cuando se estrelló contra la ladera de una montaña.
El Chapecoense iba a Medellín a disputar el partido de ida de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional.
Williams Brasiliano, tío del mediocampista Arthur Maia, dijo que el accidente hubiera podido evitarse si el equipo hubiese viajado a Colombia en una aerolínea regular, no en un chárter.
«Miren lo complicado que hubiera sido ese vuelo aunque arribara», dijo con los ojos llenos de lágrimas. «Aunque llegaran, evidentemente estarían cansados del viaje para jugar la final. Esto está mal. Dudo que un equipo grande hubiese hecho lo mismo».
El vocero del Chapecoense, Andrei Copetti, dijo que más de 30 equipos habían usado ese avión, entre ellos las selecciones argentina y boliviana.
El jet era operado por la compañía chárter LaMia.
«LaMia también nos llevó a Barranquilla (Colombia) a jugar contra el Junior», dijo Copetti. «Tenían un buen servicio. La aerolínea se puso en contacto con nosotros porque tienen experiencia con estos vuelos largos en Sudamérica.
Elegimos esta compañía por razones técnicas. Hay que descartar estos rumores».
Dijo que la CONMEBOL, el organismo rector del fútbol sudamericano, no tuvo nada que ver en la elección de LaMia, lo mismo que la ciudad de Chapeco. AP